Vivimos en un país violento y en guerra; No nos gusta reconocerlo, falsamente nos ilusionamos con mandatarios que prometen seguridad y cuando vemos la presencia del ejército en las vías que nos llevan a nuestras casas en tierra caliente, sentimos la sensación de una seguridad que nunca ha tenido nuestra triste nación.
Pero existen territorios del país a los que no podemos viajar libremente y a los que una buena parte de la nación ha olvidado. Bojayá en el departamento del Chocó, es un buen ejemplo. El dos de mayo del presente año se conmemoraron diez años de una de las mayores tragedias que hayan ocurrido en Colombia.
Aún hay colombianos que ni siquiera saben qué pasó ese fatídico día o qué es Bojayá; Nos interesan personas que le hagan la guerra a los grupos insurgentes, siempre y cuando sea en pueblos en los que no tengamos propiedades o conocidos, si vuelan la iglesia del pueblo con personas adentro, no nos importa y nos convertimos en otro personaje cínico, como el que dijo: “estamos en guerra y en toda guerra hay muertos”
Y no es por ponernos de acuerdo con un bando o el otro, porque en Bojayá, ni siquiera se le puede echar la culpa a algún grupo; paramilitares y guerrilleros se enfrentaron en medio de la población civil, sin ningún pudor, bajo un silencio cómplice del ejército nacional. Los mismos medios de comunicación se lo preguntaban: ¿Cómo es posible que los medios de comunicación llegaran al lugar y la fuerza pública no?
Memoria histórica
No podemos olvidar; es la intensión de los grupos de teatro Génesis y Mal ejemplo, con su obra: Bojayá, los cinco misterios del genocidio. Porque como dicen los mismos actores de la obra: -las personas aún se tapan los ojos para no ver lo que pasa.
Una fusión entre las costumbres africanas y europeas, llena de música que le va dando matices… -es la posibilidad de hablar por los que no pueden hacerlo y de manera poética…
Con una interesante puesta en escena, sin muchos elementos escenográficos y una mezcla de actores, músicos y bailarines, pretenden recordarnos que la población afro descendiente tiene mucho más que las minas de oro, que en ocasiones se vuelve el centro del conflicto. No quieren mostrarse como victimas, ni generar una falsa lástima; quieren apostarle a generar, desde una mirada estética, una capsula del tiempo para no olvidar.
Desde una mirada colectiva, los directores acudieron a las improvisaciones y propuestas de los actores para la puesta en escena. La música como elemento de teatralización les sirvió de base y el mismo proceso les sirvió de aprendizaje para algunos actores quienes se estrenan con este montaje. No hay celos, ni envidias, ni ideas de brillantes directores o acores, el proceso es una construcción conjunta; el grupo conforta y construye.
Aquí algunas palabras de los directores: El montaje teatral “BOJAYÁ: Los cinco misterios de un genocidio”, toma como punto de partida un hecho real y busca rememorar la peor masacre cometida en la historia reciente del país, en donde las principales fuerzas en conflicto entraron en confrontación directa poniendo como escudo humano a la población civil, con un resultado de 119 muertos. La obra, como hecho estético, pone en el escenario a un grupo de actores y de músicos en su mayoría afro-descendientes, que dialogan con una red de pesca y unos maderos, en un espectáculo que complementa la imagen teatral con la armonía de instrumentos del pacífico colombiano. Esta pieza, como hecho ético, propone un rotundo no olvido de la tragedia nacional, no para mortificarnos como pueblo, sino para no cometer los mismos errores, y aún más, para vigilar que el Estado y los que gobiernan no los comentan de nuevo.
Ficha técnica:
COOPRODUCCIÓN: GÉNESIS TEATRO y MALEJEMPLO
DRAMATURGIA: Roberti Vargas
DIRECCIÓN: Roberti Vargas y Carlos Eduardo Suárez
ACTUACIÓN:
Luisa Zúñiga Antolinez
Oscar Montaño Vidal
Sandra González Prent
Laura Rodríguez Duque
Carlos Eduardo Suárez
Cristina Cortés Mesías
MÚSICA
Absalón Sinisterra Montaño
Roberti Vargas
ESTRENO
1 y 2 de junio de 2012
LUGAR
TEATRO QUIMERA Calle 70 a 19-40
7:30 pm.