Parsimonia

Publicado el Jarne

Noche de carnaval: un musical soviético divertido

La filmoteca española ha comenzado este mes de noviembre uno de esos ciclos cinematográficos imposibles del tipo cine coreano en el período de entreguerras o filipino contemporáneo de autor. En este caso, se trata de celebrar los 90 años de Mosfilm, los estudios rusos creados en los tiempos de Stalin y que han dado grandes clásicos a la historia del cine. Aprovechando la ocasión fuimos a ver Noche de carnaval, un musical soviético de los años 50. Contra todo pronóstico, nos gustó.

Uno piensa en el cine soviético y le entra un hondo pesar. Recuerda las películas de Eisenstein que alguna vez se tuvo que tragar cuando fue revolucionario para demostrar que era el más radical o acercarse a alguna muchacha de inclinaciones marxistas. Ahora que ha pasado el tiempo y no tengo nada que demostrar, ya puedo decirlo. Que me perdonen los cinéfilos y los camaradas, pero aquellas obras eran unos bodrios impresionantes.

No me pagan por estar contra el blanco y negro ni el cine ruso, pero era terriblemente pesado. Siempre estábamos viendo al sujeto colectivo, al pueblo sufriendo las agonías de la guerra, de los zaristas o el ejército blanco. Ya saben, realismo socialista. Era llamativo que según la época en la que se hubiera rodado la película y la purga de aquel año, aparecían unos personajes históricos u otros a los que la censura barría sin piedad o ponía a su antojo.

La verdad es que cuando fuimos a ver Noche de carnaval teníamos muchos prejuicios. Siempre nos hemos imaginado, a veces con razón y otras con ayuda de la propaganda, que la vida al otro lado del Telón del Acero era oscura, dura y fría. Una especie de gran cárcel en la que todo estaba tomado por la monotonía, funcionarios grises y un Estado totalitario en manos de una clase dirigente corrupta e incompetente.

Pues no. Noche de carnaval es una comedia y musical que trata sobre un funcionario del ministerio que va a una casa de cultura para hacer más «seria» la noche de Año Nuevo. Los miembros de la casa se van a pasar la película tratando de desviar al  burócrata para celebrar una Nochevieja divertida y festiva sin discursos altisonantes ni físicos que hablen sobre la posibilidad de la existencia de vida en Marte.

Investigando un poco, he descubierto que hay todo un género de musicales que fueron muy populares en los años 50 y 60 en los países soviéticos y que todavía se recuerdan con cierta nostalgia, -quizás de la juventud, quizás del comunismo-. Una de ellas es Noche de carnaval, que estuvo largo tiempo en cartel y que después se repusó varias veces cuando llegó la televisión.

Da que pensar las consecuencias que tuvo la división y aislamiento que hubo entre las dos partes del mundo, también en el ámbito cultural, pero eso lo dejamos para otra ocasión.

En Twitter: @Jarnavic

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