Las grandes obras mundiales
Las correcciones (Jonathan Franzer). Una obra monumental frente a la cual toda la crítica de Estados Unidos se rindió. Narra la fragmentación de una familia de clase media justo antes de la celebración de la Navidad. Franzer acaba de publicar otra obra maestra: Libertad.
Expiación (Ian McEwan). Una niña denuncia ante su familia un acto de amor que le ve cometer a su hermana y esa bravura cambia para siempre la vida de tres personas, arruinándola sin tregua. Una brillante novela llevada al cine (donde obtuvo ocho nominaciones al Óscar) que tiene un giro sorpresivo final.
Suite francesa (Irène Némirovsky). Descubierta más de cuarenta años después de la muerte de la autora en Auschwitz, las dos novelas incluidas son pequeñas piezas maestras. En una se retrata a un grupo de parisinos que escapa de los alemanes y en otra se habla de un amor clandestino en medio de la guerra.
Nunca me abandones (Kazuo Ishiguro). El autor japonés ha vivido en esta década su florecimiento mundial y cosecha uno tras otro éxito en crítica y ventas. Esta obra suya es la más aclamada. Narra la historia de una escuela en la que no se enseña nada del mundo exterior. Hasta que una ex estudiante descubre que todos son clones, usados para donar órganos.
El espejismo de Dios (Richard Dawkins). El libro demostró que un éxito en ventas también puede venir de una crítica contundente a lo que todo el mundo acepta. En este caso el autor argumenta las razones por las cuales la creación divina es una invención, lo que lo convirtió en el autor que tanto religiosos como ateos consultan para apoyar o refutar.
La carretera (Cormac McCarthy). Un maravilloso libro del Apocalipsis moderno, escrito con precisión y en medio de la bruma de no saber nunca bien qué sucede entre el padre y el hijo que caminan por una carretera rumbo a su salvación imposible. Un poema moderno y salvaje de la vida extrema, ganador del Pulitzer.
2666 (Roberto Bolaño). Un libro maravilloso, una especie de Ulises a la latinoamericana, que involucra el humor y la ternura con la escritura genial en una trama laberíntica que narra también crímenes sin resolver de Ciudad Juárez, en México.
El curioso incidente del perro a medianoche (Mark Haddon). Una novela curiosa y vendedora, sobre un adolescente autista y genio de las matemáticas, que le teme a las personas y que a partir de su investigación irracional de la muerte de un perro revela verdades insospechadas sobre sus propios padres.
Cometas en el cielo (Khaled Hosseini). Este libro puso en el ojo del mundo a Afganistán a través de una historia de traiciones y redención. Llevado al cine, permitió ver un país diferente al que mostraban las noticias durante la invasión que sufrió.
Experiencia (Martin Amis). La autobiografía de Amis resulta una vivencia inquietante, sobre todo cuando narra las dos pérdidas que más le afectaron y que también afectan a los lectores: las de su padre y la de su sobrino, y la del proceso de hacer memoria.
Me llamo Rojo (Orhan Pamuk). El ganador del Nóbel turco retrata su Turquía natal del siglo XVI, cuando era el centro del imperio otomano y su influencia sobre el mundo empezaba a decaer. Una historia de amor y un crimen unen la historia y sirven de excusa para narrar la llegada del Renacimiento.
Pelando la cebolla (Gunter Grass). El Nóbel que ha sido la conciencia alemana de la postguerra describe sus primeros años en los que confiesa haber formado parte de las juventudes que apoyaban a Hitler. Muchos no lo perdonaron y otros aplaudieron su honestidad. Esta obra estuvo en el ojo de la crítica mundial.
Juventud (J.M. Coetzee). El Nóbel surafricano que también publicó en esta década Diario de un mal año y Hombre lento, entre otras, da un giro a las autobiografías al relatar su aparente juventud, que en realidad es una reconstrucción de la desesperación y de la frustración a través de una vida que no es necesariamente la del autor.
Middlesex (Jeffrey Eugenides). Una obra que condensa las tres generaciones de una familia de origen griego que vive en Estados unidos, en la que se plantean cuestiones sexuales a partir de la mirada de una joven que descubre que es hermafrodita.
Informe de la Comisión del 9/11. Este informe, gracias a la red, se convirtió en un éxito en ventas. Nunca un informe había estado tan bien escrito y había suscitado tanta curiosidad de la gente por saber qué había detrás de los atentados del 9/11.
La clave del éxito (Malcolm Gladwell). El autor, un periodista de The New Yorker, naliza la trayectoria de varios productos y tendencias de gran éxito hasta descubrir cómo y por qué se alcanza el punto de inflexión a partir del cual algo se convierte en un fenómeno de masas. Una mirada a las razones del éxito contemporáneo.
Persépolis (Marjane Satrapi). La heroína que no se somete a las condiciones tradicionales de Irán y que se popularizó con esta historieta en blanco y negro, se convirtió en un fenómeno editorial por su manera de abrir los ojos a la vida en este país.
Anatomía de un instante (Javier Cercas). Javier Cercas escribió la novela definitiva del golpe de estado del 23 de febrero en España, a partir de un instante y del gesto de los tres hombres valientes que en medio de las balas disparadas por los secuestradores del Congreso se resistieron a lanzarse al suelo. Cercas también había consagrado su obra Soldados de Salamina entre las mejores de lengua española.
La fiesta del chivo (Mario Vargas Llosa). El Nóbel retrata una de las dictaduras más crueles y del siglo XX con un estilo efectivo que mezcla lo real con lo ficticio en tres tramas distintas que mantienen el suspenso y revelan los efectos devastadores de la tiranía.
La maravillosa vida breve de Óscar Wao (Junot Díaz). El escritor dominicano ganó el Pulitzer por esta obra que combina el español y del inglés tanto como idiomas como culturas en sí, y que retrata la vida de un inmigrante en Estados Unidos.
Los taquilleros
El código Da Vinci (Dan Brown). Alrededor de un asesinato en el museo de Louvre se inicia una búsqueda de las supuestas pistas ocultas que esconderían los cuadros de Leonardo Da Vinci. Medio mundo lo odió y medio lo amó, pero el éxito universal, su ritmo trepidante y la manera en que puso a todas las personas a hablar de Da Vinci convirtió al libro en el éxito editorial de la década.
Millennium. La trilogía (Stieg Larsson). Las tres obras de Stieg Larsson fueron el fenómeno editorial de la década. Una serie que se mueve en las frías vidas de Escandinavia con asesions reales, un periodista que defiende lo social y que se arriesga por sus historias y una joven extravagante que nada se parece a las heroínas típicas. La novela negra nórdica en su mejor punto.
Harry Potter y las reliquias de la muerte (JK Rowling). La séptima historia del maguito más famoso de todos los tiempos después de Merlín termina en medio de un panorama oscuro y remata la saga exitosa (este libro batió el récord de ventas en 48 horas, con 11 millones de ejemplares vendidos). Harry es ahora un adolescente que lucha por vengar la muerte de sus padres y que finalmente vivirá feliz.
Los sueños de mi padre (Barack Obama). El libro que reveló que el ganador del Nobel de la Paz y presidente de Estados Unidos era más que un político pleno de ambiciones. Su capacidad de escribir y su pensamiento profundo, junto con la historia fascinante de su infancia, fortalecieron su aspiración presidencial y lo consolidaron en el mundo.
Crepúsculo (Stephenie Mayer). Los vampiros volvieron a vender y a convertirse en un éxito gracias a esta historia postmoderna, dirigida a adolescentes, que se convirtió en un suceso gracias al cine y al amor entre estos seres inmortales.
La sombra del viento (Carlos Ruiz Zafón). Una novela de misterio que se convirtió en el fenómeno editorial en español gracias a su ingenio para combinar misterio y suspenso en la Barcelona de inicios del siglo XX. Gran fuerza narrativa y suspenso sin pausa.
Los colombianos
El país de la canela (William Ospina). La gran obra colombiana. Ospina narra en un lenguaje bello y preciso la travesía de Francisco de Orellana y sus hombres que lo acompañaron en la travesía en busca de la canela y que terminó con el hallazgo y recorrido del río Amazonas.
Cuando besan las sombras (Germán Espinosa). La última novela del maestro del lenguaje conjuga distintos estilos narrativos en una historia de fantasmas en Cartagena y suspenso hasta la última página que sorprende por su erudición y ritmo.
La ceiba de la memoria (Roberto Burgos Cantor). El gran libro de la esclavitud. Una obra ambiciosa, maravillosamente escrita desde distintos narradores y diversas voces protagónicas, que permite entender esa tragedia y ese holocausto desde el desembarco de los barcos negreros hasta la actualidad.
El olvido que seremos (Héctor Abad Faciolince). El columnista y escritor antioqueño relata su vida en relación con su padre, el asesinado Héctor Abad Gómez, en un fresco de país y un homenaje a la vez a la vida de las personas asesinadas por las distintas formas del conflicto en el país. Éxito editorial en América y España.
Tanta sangre vista (Rafael Baena). Por fin una novela habla de las guerras civiles del siglo XIX y al hacerlo refleja por qué hoy estamos como estamos, y que poco ha cambiado de aquellas cruentas batallas al actual conflicto. Una novela con descripciones fascinantes, poética y bien lograda.