Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

La fuerza de Brittany Maynard

 

164354

Cerramos los ojos en la misma noche, acompañadas por el afecto que inmortalizamos.  Tú de una forma masiva y polémica.  Yo, en rutinas privadas, compartidas con unos cuantos que llegan a acercarse.  Esos que nos quitan la timidez y nos invitan a volar, sin miedo a decirnos lo que realmente opinan acerca de nuestras decisiones.

Sé que estuviste en una carrera contra el tiempo, en una pelea para descifrar la inmortalidad, en un mar de dudas que también nos dejaste conocer.

Tenías derecho.  ¿Quiénes somos nosotros para cuestionar tu dolor?  Si acaso, podemos reprocharnos la falta de claridad y decisión con la que corremos por el mundo.

Tú en la distancia, quien sabe con qué sentimientos.  Nosotras, de este lado del mundo, debatiéndonos entre el deber ser y los caprichos del universo material al que nos acostumbraron de niñas.

Imaginé miles de veces qué tan temerosa estuviste de quemar las naves y soplar vientos en lo desconocido, lo irremediable, lo inalcanzable.  El fin de tu tiempo y tu felicidad.

Y me quedé pensando qué tanto nos ocupamos con desdicha sobre los demás. Cuánto los utilizamos para nuestros placeres, sin acercarnos a su bondad, sin reflejarnos en sus preocupaciones; solo cuestionando su opinión, creyéndonos las reinas de un tiempo que es tan limitado.

Superé la rabia que me dio pensarte tan pública. Llegué a imaginar que podías dar marcha atrás, y aun así, me dije un par de veces que no me correspondía imaginar los motivos, porque tus silencios y tus palabras elevadas, también hacían parte de lo que no tiene nombre.

Me solidaricé, a pesar de mis miedos y vetos.  Tu decisión es solo una invitación a que entendamos el futuro como un ruido que sabotea las noches y las mañanas.  Que planta la duda sobre si estamos equivocados y no nos deja mirar la esperanza que se posa alrededor de lo que tenemos.  Una carrera contra el reloj.

A primera hora del nuevo día, mis ojos volvieron en sí, con la calma que da escuchar el agua que corre cerca, con la felicidad de recrearse en lo importante.  Pensé que aún tenemos tiempo para recordar a los demás lo que significan en  nuestras vidas.  Eliminar el insano efecto del dolor y acercarnos, en una búsqueda de equilibro, de sensatez, pero también de ternura y palabras nuevas.

Miré por última vez tu foto del pasado.  Fuiste una mujer que decidió sobre su destino.  Una fuerza que superó la portada de revista, la imagen de la virtualidad, amada u odiada.

Mi querida Britanny.  No volverás a abrir los ojos.  Y en cada mañana, muchos te recordaremos, intentando descifrar a dónde nos lleva el camino en el que tú ya tienes una ventaja ganada.

Quizá un mejor lugar que este que nos dejaste, y la gran reflexión que compartiste: “Si cambiamos nuestros pensamientos, cambiamos nuestro mundo. Amor y paz a todos ustedes”.

Comentarios