Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

El desapego de su sonrisa

pratique-o-desapego

 

Lo sedujo la idea de verla aparecer en la pantalla del computador, insistente y divertida, salida de los patrones oscuros de la ciudad que no lo dejaba respirar.

Ella era ese reto escondido, un experimento de provocaciones, un apuro de mala educación. Una nueva forma de dialogar con la materia inexistente.  Un registro válido de lo que está del otro lado del puente.

Quería comprobar que sus hipótesis podían extenderse más allá de las fronteras, y que al final de todo, nada podría conservarse.  Y que la miraría a los ojos para refutar sus influencias, para negarse en la oferta, para revolcarse en su defendida idea de que todo acaba y nada es para siempre.

Y con el paso del tiempo le redujo las exageraciones, las prevenciones atrevidas a medio camino.  La condenó sin conocerla y le dijo, de forma respetuosa pero limitada, que cesara en su empeño. Que era la opción más ajustada.

Creyó, como tantos, que había en ella una dosis de ingenuidad.  Y le limitó la lujuria, evitó que volara a partir de sus tragedias y le recordó que el amor era como todos decían: trágico.  Doblemente trágico.

Cuando quiso censurarla ya era tarde.  Probablemente se dio cuenta del alcance, de lo que nunca fue sacrificio o pena, sino una mezcla de reinvenciones con pálpitos de curiosidad y certezas armadas a punta de historias de pasarelas, poderes y revistas.

Se despidió antes de tiempo, ocultando que ella le copió sus palabras.  Que entendió los tiempos de la corta conversación, y dejó de equilibrar el deseo para ocultarse y leer a Borges, repitiendo para sí, que SÍ, que estar con él o sin él era la medida de todo su tiempo.

Que el amor fue eterno mientras pudo sentirla. Casi loca, imprudente, llena de peticiones inapropiadas, desbordada, lista para poner en tela de juicio sus eternas variables, respondiéndole a sus curiosidades con el desparpajo de su sonrisa.

 

@lloronas de abril

 

www.lloronasdeabril.blogspot.com

Comentarios