Lloronas de abril

Publicado el Adriana Patricia Giraldo Duarte

El día en que dejé de quererte

 

editada

Pensé que no iba a decírtelo nunca.  Se ve muy mal después de toda una vida levantándonos juntos, pasear sola para responder las imprudentes preguntas de quienes creen tener en sus manos las razones del amor.

Cuesta acostumbrarse, tengo que admitirlo.  Me encantaba sentirme protegida y única bajo el calor de cada noche.

Siempre pensé que no teníamos que llegar a extremos, que había antídoto para el olvido de los besos apasionados, pero hoy veo que no fue suficiente la promesa firmada de tantos años.

La verdad, pensé que ibas a tratarme mejor.  Lo merecía luego de tantas horas en las que me salí de mí misma para complacerte, de tantos suspiros a solas antes de entender el momento en que todo se acabó.

Ahora en esta nueva soledad en la que me reconstruyo, parecen imperceptibles los días en los que la felicidad nos invadía y se transformaba en códigos que como mujer volví inviolables, sin saber que otro sería el desenlace.

Fuiste la eterna decisión con la que le aposté a eso que llamaban amor.  Me llenaste de novedades y de repente de traiciones que dejé que contar.

Me acerqué tantas veces a buscar una respuesta en tu cuerpo frío, obviando las señales en las que mi corazón esperanzado latía tan fuerte  que enceguecía lo evidente.

Ahora te desconozco. Eres un calculador incapaz de pasear de nuevo conmigo, con la frente en alto.   Eres el nuevo infeliz que fue llenándome de desamores, llevándome al borde este abismo de penas superadas.

Créelo.  Yo sigo siendo la misma, con un diccionario de afecto al que le agregué unas cuantas palabras: YA NO TE QUIERO.

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En la primavera, Lloronas de Abril te propone un canje de emociones. Escribe sobre esos sentimientos de amor y desamor.  Envía la prueba para un proceso corto de revisión y edición antes de ser publicado.  No tiene que ser una historia perfecta ni  con nombres propios.  Puedes usar toda tu imaginación si no quieres hablar directamente sobre tu caso, y si necesitas omitir tu nombre, estará perfecto: no lo firmas.

Lo único que esperamos es que tu experiencia escribiendo el texto de amor o desamor, sea importante, gratificante y liberador para ti.

Ahora, los mejores textos serán publicados en nuestro blog cultural de El Espectador, y el mejor de ellos en la edición impresa del primero de mayo de 2017.

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