Supongo normal que te aparezcas por estos días, pues realmente lo haces cuando menos te espero.
He tratado de espantarte de múltiples formas pero ha sido imposible. Vienes siendo ese recuerdo de una ilusión visceral que me hizo vibrar, sentir, planear, imaginar y aprender.
Vivir contigo estos años no fue nada fácil, porque me obligaste a olvidar y crear nuevos castillos en ruinas que no pudieron ser reconstruidas.
Finalmente llegaron nuevos cimientos, nuevas palabras, nuevos sentimientos y sueños que poco a poco hicieron que renaciera de nuevo.
Fuiste el gran amor, ese que probablemente se sienta sólo una vez en la vida y espero jamás volver a sentir, porque es de esos que duelen, enferman, minimizan y destruyen.
Alguna vez te lo dije: fuiste mi más grande lección de amor, la persona con quien soñé vivir el resto de mi vida, a quien diría SI, pero no fue así.
Debes pensar que es raro que te escriba después de tanto tiempo, pero fue necesario, antes de continuar con mis planes. Es importante cerrar el ciclo que pensé había cerrado ya.
Cuando te vi la primera vez sentí que serías alguien en mi vida. Cuando fui a tu casa tuve una imagen embriagante de algo que jamás había sentido, una química que me derretía por dentro. En esa imagen estábamos tú y yo en esa casa, con hijos. Qué loca! Valerme de esa imagen para construir un futuro inexistente.
Hoy agradezco tu compañía durante tantos años. Lo aprendido, lo sentido y lo perdido, todo eso me hizo quien soy, una mujer fuerte, independiente, capaz, resiliente y valiente.
No sé si viviste lo mismo que yo, no sé si has vuelto a sentir algo similar por alguien, de todo corazón lo espero.
Ahora tengo un amor diferente, creado por la valentía y osadía de un hombre que se empecinó en quererme y en que yo lo quisiera; y así fue, lo quise y lo quiero, a él le debo un corazón sano y feliz, sueños hechos realidad, instantes llenos de tristeza pero también de compasión y amor.
A él le debo la recuperación lenta de mi vida luego de atravesar tragedias. Su perseverancia hizo que decidiera amarlo, intentar volver a creer, soñar y planear. Por esta razón le diré que SI y tu deberás volver a donde perteneces.
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