Es todavía una niña, pero ya despierta el encanto, la fascinación y el poderío atrayente de toda una mujer. Será la ingenuidad de su mirada pícara, o sus senos ya desarrollados, o tal vez la agudeza de su intelecto, pero todo en ella la hace parecer una mujer íntegra, adulta… Sin embargo no es así, y de muchas formas Lolita no dejará tampoco de ser una niñita, y es quizás esta mezcla genuina de inocencia y sensualidad la que enloquece a algunos hombres mayores que no pueden resistirse a su embrujo. Es el caso de Humbert Humbert, seudónimo empleado por un profesor inglés de literatura francesa de 40 años, que desde la prisión redacta sus memorias para explicar cómo fue que llegó a estar en esa cárcel, y antes de morir de una trombosis coronaria le compartirá a su psicólogo John Ray, Jr. aquel escrito que detalla sus tribulaciones y que tituló Lolita o la confesión de un viudo blanco. Humbert alquila una habitación a la viuda Charlotte Haze, quien vive de rentar algunos cuartos disponibles en su casa, y que vela por la crianza de su hija Dolores, una mujercita exultante de gracia y belleza que apenas llega a la edad de los 12 años. Humbert es proclive por naturaleza a desatar una pasión sexual por las menores, una pedofilia a la que no podrá evadirse toda vez conozca a la intrépida y coqueta muchachita que será entonces su perdición, su obsesión y delirio. Tanto es así que el profesor se las arreglará para enamorar a la madre y hasta casarse con ella, únicamente con el afán de permanecer lo más cerca posible de aquello que fuera su verdadero deseo: poseer a Dolores. Durante un paseo de campo Lolita conocerá a Clare Quilty, con quien tendrá su primer encuentro sexual, y que luego reaparecerá en su vida cuando más lo necesite. Al regresar a casa su madre ha muerto, y en adelante será el profesor quien se hará cargo de la menor, emprendiendo un largo peregrinar por distintos rincones de Estados Unidos, pasando las noches en albergues de mala muerte y sin permitirle a la joven la posibilidad de ingresar a una escuela. En una situación de extrema necesidad, Lolita no tendrá más remedio que obedecerle a ese hombre mayor que no sólo parece su padre sino también su amante, como en una especie de relación incestuosa de la que no puede escapar. Durante dos años Humbert mantendrá un vínculo emocional con su Lolita, y así también llevarán una intensa vida sexual a la que Lolita no encuentra cómo negársele. Cada vez que ella intenta dejar a Humbert, éste la amenaza con enviarla a una correccional en donde según él pasará hasta el último de sus días. Finalmente Clare Quilty regresará para ayudarla a escapar, y juntos se mudarán a Alaska, para establecerse en una nueva vida donde nadie conozca de su pasado. La joven Dolores comienza a trabajar como mesera de un restaurante, y es allí en donde conoce a quien se convertirá en su esposo, el señor Richard Schiller. A sus 17 años Lolita tendrá un reencuentro con Humbert. Éste venía buscándola desde hacía un tiempo porque tenía planes de recuperarla en su vida, reiniciar su aventura de amor, pero ella se encuentra embarazada y lo que menos le interesa es volver a su vida pasada al lado de ese hombre. Humbert desea saber de todas formas quién fue la persona con la que huyó años atrás, y Lolita no tiene reparos en afirmarle que en efecto se trató de Clare Quilty. Cegado por los celos, Humbert asesina al amante de su idílica musa, y es así como acabará confinado tras las rejas. La historia de Lolita acabará en tragedia cuando ésta dé a luz un niño que no pudo alumbrar, el día en que celebramos la Navidad, y unas horas después también a ella se le apagará la vida. Para 1953, tras cinco años de estar escribiendo las desventuras de la joven seductora, Vladimir Nabokov presentó su novela bajo un seudónimo, pero sus manuscritos serían rechazados una y otra vez. Después de varias negativas el autor consigue que en 1955 una casa editorial parisina de literatura erótica le publicara su novela. La editorial tenía una reputación de publicar contenidos pornográficos, y la novela Lolita sería calificada como la relación sexual de un “depravado” con su hijastra. El mismo Nabokov describe a su personaje principal como “una persona odiosa”. El nombre del autor apareció en la portada, y el libro contaría con la censura de ingleses y franceses que prohibieron su difusión y venta. Para 1958 aparece por primera vez en Estados Unidos, y nueve años más tarde el propio autor traduce su obra al ruso para publicarla en el idioma de su país de origen. Nacionalizado estadounidense, Nabokov describió una trama que para muchos se trata de una obra maestra de la literatura universal contemporánea, atreviéndose a encarnar el romanticismo y el erotismo en medio de una relación pecaminosa, indagando en los valores morales de la sociedad y en las patologías humanas de todos los tiempos. A pesar de que Lolita es su obra más conocida, Nabokov publicó diecinueve novelas, en las cuales seis de ellas tendrán cierta relación con el asunto de la sexualidad manifestada a temprana edad. Podría ser que esta historia de Dolores Haze se vio influenciada por el secuestro de una niña de unos 11 años, de la cual el escritor habría tenido noticia; un hombre de mediana edad que se enamoró de esta niña hasta el punto de llegar a secuestrarla. Fuera como sea, Lolita empezaría a tomar protagonismo en la cultura universal como aquella niña imposible de evadir. En 1962 la novela fue adaptada al cine por el propio Nabokov, y su realizador Stanley Kubrick tendría que rodar su película eligiendo a una niña un poco mayor que la sugerida por el libro, evitando así los esperados escándalos. Así mismo fue y sigue siendo escandalosa la novela de este autor, que por medio de las palabras construyó un personaje que existe en cada sitio, una niña que, sin dejar de serlo, cuenta desde su adolescencia con las facultades propias de una mujer letal.

LOLITA

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