Por: Luis Eduardo Celis
El 31 de mayo, cumpliría Raúl Gomez Jattin, su cumpleaños número 70, pero un mayo de 1997, la locura lo arrojó a las ruedas de un carro, que lo sacó de este mundo, en el que tanto vivió y sufrió.
Nació en Cartagena, creció en Cerete, la pobreza de la familia, lo llevo a los diez años a donde su abuela Siria en Cartagena y regresó a Cerete, donde su Madre Lola, a quien tanto quiso como le reprochó alejarlo de ella, a donde una abuela, a la que describía como huraña y tacaña, pero igualmente fuerte y decidida.
Al graduarse del Bachillerato, viene a Bogotá estudiar derecho en la Universidad Externado, más impulsado por su Padre, que por un interés en el tema, allí se acercó al grupo de Teatro Universitario, que dirigía Carlos José Reyes, pero su pasión era la escritura, lo cual lo lleva a desertar a las Leyes y el derecho y regresa a Cerete, iniciando los años 70.
En esos años, se dedica al montaje de Obras teatrales, algunas propias y otras de escritores Costeños o clásicos, que monta con jóvenes apasionados por el teatro, en su tierra Cordobesa, lee con pasión a Machado, Lorca, Miguel Hernández, Kavafis, Ruben Dario, Pessoa, Octavio Paz son algunos de sus poetas Predilectos y lo marcan de manera especial los Colombianos Alvaro Mutis y Jaime Jaramillo Escobar, a quienes le dedica Poemas. Igualmente gusta de manera especial de Juan Manuel Serrat, quien musicaliza un amplio repertorio de poemas de Antonio Machado.
Su poesía es tremendamente autobiográfica: su infancia, su madre, su abuela, sus amistades, su sexualidad, sus sabanas Cordobesas, el Rio Sinú, todo ello está en sus primeros poemas, conocidos y publicados a principios de los años 80.
Al morir su padre, se le desencadena una esquizofrenia, que lo va a atormentar de manera cruel, que lo va a acompañar el resto de su vida, con esa carga de locura, que va y viene, construye una obra vital que el país conocerá de manera más amplia en el año de 1988, cuando la Fundación Simón y Lola Gubereck, publicara un volumen nombrado titulado Triptico Ceretiano, que incluye su obra hasta el momento integrada por tres libros: Retratos, Amanecer en el Valle del Sinú y Del Amor, escritos entre el año de 1980 a 1987, de los cuales su amigo, el Poeta Darío Jaramillo Agudelo, lo describe como un Libro, Rio, donde los temas se entrecruzan como brazos de un mismo Rio.
En su Poema El Dios que adora, esta su vida y su sensibilidad. En este cumpleaños 70, Raúl Gómez Jattin, tiene su lugar en la Poesía Colombiana.
El Dios que adora
Por: Raúl Gómez Jattin
Son un dios en mi pueblo y mi valle
No porque me adoren sino porque yo lo hago
Porque me inclino ante quien me regala
unas granadillas o una sonrisa de su heredad
O porque voy donde sus habitantes recios
a mendigar una moneda o una camisa y me la dan
Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán
y lo nombro en mis versos Porque soy solo
Porque dormí siete meses en una mecedora
y cinco en las aceras de una ciudad
Porque a la riqueza miro de perfil
mas no con odio Porque amo a quien ama
Porque sé cultivar naranjos y vegetales
aún en la canícula Porque tengo un compadre
a quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio
Porque no soy bueno de una manera conocida
Porque amo los pájaros y la lluvia y su intemperie
que me lava el alma Porque nací en mayo
Porque mi madre me abandonó cuando
precisamente
más la necesitaba Porque cuando estoy enfermo
voy al hospital de caridad Porque sobre todo
respeto solo al que lo hace conmigo Al que trabaja
cada día un pan amargo y solitario y disputado
como estos versos míos que le robo a la muerte.