Daian Lopera
No entiendo,
No quiero mas saber de esta lánguida incertidumbre,
Que se me pega como sanguijuela al alma
De saber si me amas aún
Si aún me amas.
Se van rompiendo mis palabras
Y sobre mis labios mueren
Sus pedazos entre mis huesos duermen
¡y grito el grito mudo!
y pregunto, callada, la pregunta
en esta distancia de vapor y hiel:
si el beso que durmio en mis labios tiene algún color todavía en tu memoria
o si es cenizas
sobre la tierra afable
y tierna de tus recuerdos.
Porque la sangre me protesta
Y se me alboroza
Y se retuerce sobre mis venas, se agarra fuerte y se congela cuando pienso sin hablar tu nombre,
se me recogen las entrañas como un gato frente a la sombra negra y el paso hueco.
Y tengo tantas palabras infinitas y sin forma
con las cuales hablarte de mis argumentos
de mis debates fieros con la soledad y la locura,
en los cuales las convenzo de que aun lo haces
y que me amas.
Que me amas,
Por encima del silencio
de la muerte de nuestras voces en el tiempo,
mas allá de la inercia de tu cuerpo de agujero negro,
que ensimisma
que absorbe
yo me digo y me contesto:
que tu me amas
aunque sea el espejismo de mi desierta mente.