Estaba la paloma pinta
sentada en la rama de las camisas negras,
se equivocaba, se equivocaba, la paloma pinta;
se lamentaba porque la rama era muy pequeña
y sus palomos no cabían
ni podían cantar
Se lamentaba la paloma
y Félix el cruel, en vez de consolarla, le recordó
que el país tenía sed
Se lamentaba la paloma y le respondió
¿qué hago con mis pichones?
Y Félix el cruel, le respondió:
Elemental mi querida Paloma,
¡Que trabajen!
Se lamentaba la paloma
¡Pero si aquí nunca trabajan!
Miren a Gerlein,
o a Lizcano que se la pasa enfermo
o Gaviria que no lee
Se lamentaba la paloma
ya que Félix el cruel quería
que el árbol de la riqueza
fuera una cámara de tortura
para sus pichones
Félix sólo quería recordarle
que mientras el país se derrumba
la paloma y sus camisas negras se van de rumba