MALDITA ORACIÓN* (MAUDITE PRIÈRE**)
de Lynda Lemay (1966, Quebec-Canadá)
En estos tiempos donde fanáticos quieren vernos en el fondo del averno, y donde las pocas luchas que hemos ganado nos las arrebatan, escuchar la hermosa y dolorosa canción de la canadiense Lynda Lemay puede ser una pequeña luz entre tanta sombra.
MALDITA ORACIÓN
Dios mío, estoy en la mierda,
necesito su ayuda inmediatamente.
¿Podría hacerme perder
el bebé que está en mis entrañas?
Sería el cuarto,
ya tengo tres niños.
Si éste llega a término
no creo poder soportarlo.
Ni siquiera me he liberado
de mi estado depresivo
cuando ya me anuncian
que el test es positivo.
Albergo un pequeño niño,
debería estar contenta;
pero es un accidente
en el cual yo podría morir.
Si hago lo que voy a hacer,
o sea, conservarlo,
amarlo como a sus hermanos,
al menos que Usted me ayude…
No quiero hacerle daño,
no soy capaz de llamar por teléfono
a esas clínicas especiales,
a esos señores enguantados
que harían un buen trabajo;
soy muy cobarde.
Hágalo Usted allá arriba,
yo sabré apreciarlo.
Pero, ¿cómo hacen ellas
para estar tan satisfechas?
¿Esas madres de doce hijos
que llenan las salas de parto?
No sé de dónde sacan
su maldita energía;
mientras que yo me agoto
cuidando a los tres pequeños.
¿Tengo acaso una suciedad en el alma?
¿Por qué le guiñaría el ojo?
¿Para que Usted se llevase la culpa
y que yo llevase el duelo
de este niño que lucha
por ser parte de la familia;
pero que no se imaginaba
que el nido era tan frágil?
No hay solución posible
para este pobre feto.
Ya es muy difícil,
no puede serlo más.
¿Sería necesario que ocultara
esta cruel petición?
Su silencio oprime mi cabeza.
Si Usted no responde,
y que los meses pasan,
y que yo llego a término,
y que él llega indemne…
Cuando lo tenga en mis brazos,
cansada, pero contenta,
sorprendida de verlo ahí
y de haber sobrevivido.
Incluso si yo fuera capaz
de convertirme en su madre,
aun así siempre sería culpable
de esta maldita oración.
Yo no podría hacerlo feliz,
ni a él ni a los otros.
Perdóneme Dios mío,
no soy un buen apóstol.
Si este es un regalo del cielo,
entonces se lo devuelvo,
no es una buena nueva,
no es el buen momento…
*NOTA: Traducción libre de Berta Lucía Estrada Estrada, autora del blog El hilo de Ariadna.
**http://www.youtube.com/watch?v=Oz5_Pp3p-Vw