Distrito Sonoro

Publicado el ayeemeyberg

LOS CONCIERTOS EN VIVO.. O ¿A TRAVÉS DE LA PANTALLA DE UN CELULAR?

Por Adriana Yee Meyberg

¿Desde cuándo dejaron de ser los conciertos en vivo la oportunidad perfecta para apreciar en tiempo real las canciones saliendo de la boca de nuestros artistas favoritos, para convertirse en ocasiones en las que un montón de fans se reúnen  para ver las bandas a través de una pantalla de celular?

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No podría determinar con exactitud desde cuándo. Ha sido un proceso progresivo, pero definitivamente parece haber llegado a su clímax y es francamente ¡INSOPORTABLE!

La emoción de ver cara a cara a la banda por la que pagaste una boleta en una localidad privilegiada, ahora se vive a través de la diminuta pantalla de un celular en la que todos los colores estallan, las imágenes se ven distorsionada y más lejanas. Imágenes filmadas con equipos para ponerse a llorar y en los que el sonido va a ser sencillamente inmundo.

Como si fuera poco, habrá unos que no estarán filmando, sino que lo registrarán TODO en fotos, y serán los primeros en salir del recinto diciendo que fue una maravilla de concierto, que fue increíble y que nunca habían vivido algo así; claro, eso es lo que se imaginaron mientras posaban con manos de cuernito y lengua afuera o boca abierta con cara de ser los más rockeros durante todo el concierto. Resulta que muchas veces, en nuestra ciudad, las producciones son de una mediocridad técnica sin fin, el venue casi siempre tiene una acústica lamentable y otras veces, las bandas tocan pésimo. «Detallitos» que para los obsesivos- compulsivos del celular pasan desapercibidos.

Pero claro, para los practicantes de esta moda de filmar y fotografiar todo para compartirlo en redes sociales, lo que menos importa es el concierto en vivo; en realidad lo que importa es gritarle al mundo que estuvieron en el concierto, mientras se pierden el 90% de éste. Eso sí, buscarán incansablemente mil «Me gusta» en su Facebook, mil reproducciones en su deplorable canal de YouTube plagado de videos de pésima calidad, y por supuesto mil seguidores en Twitter que los adoren por ser los más «cool» y estar en un concierto en vivo.

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Y eso no es lo peor del asunto, en últimas, bien pueda cada quien hacer lo que le plazca: filmar, fotografiarse, perderse el concierto y cansar a todos sus «amigos» en Facebook, Twitter, Instagram y youtube   con todas las fotos, videos y status de su gran aventura en un concierto; pero por favor, por lo que más quieran, no le dañen el concierto a aquellos que van a verlo con ojos abiertos que no parpadean, y que con aguda visión radiográfica buscan cada detalle que puedan ver en tarima; y a aquellos que tienen sus oídos completamente destapados para oír cada melodía, cada riff, cada solo, cada beat, en búsqueda de los sonidos que los han marcado y que en ese preciso instante tienen la dicha de escuchar ¡EN VIVO!

La historia se desenvuelve así: Está uno en el concierto, con una buena ubicación, está acomodado, ya va a salir la banda, y ¡CHAAAS! de repente todas las manos se levantan con un celular en modo vídeo e inmediatamente toda tu línea de visión se bloquea, no hay ni medio huequito para que puedas ver la tarima. En menos de un abrir y cerrar de ojos todo el mundo está quieto como una estatua para que sus súper videito no se les mueva y como resultado, ya nadie canta, salta ni se goza a su banda en vivo.

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Hace unas semanas fui a un concierto y para gran sorpresa el tipo que estaba al lado mío, se vio el concierto COMPLETO en su celular, ¡no hay derecho!, apaguen su aparato y disfruten del show por el cual pagan! El tipo no sonrió ni una vez, cada rato tenía los brazos entumidos, creo que nunca vió la tarima en vivo y seguro fue el que subió el concierto entero en YouTube con audio y vídeo con una calidad que no podría ser peor.

En fin, son muchas las conductas fastidiosas y anti-cívicas en los conciertos, pero esta en particular merecía esta publicación y alarido de auxilio. Es un llamado enérgico a aquellos que viven en función de la aceptación y popularidad en redes sociales a que sean conscientes de su mal comportamiento; y está bien, si quieren tener un recuerdo, tómense una foto, dos, tres o hasta cinco, ¡¡¡¡¡pero no 150!!!! Además, ninguna va a salir bien, lo mismo que los vídeos. A ver, como decirlo… hmm, sí, ¡Nadie necesita sus fotos y vídeos que ni se ven ni se oyen! … Para eso contratan y acreditan a personas profesionales con buenos equipos para que tomen fotos y filmen vídeos que al día siguiente publicarán en los medios oficiales e independientes y quizá, si fue un buen concierto o estaba planeado, la banda sacará un DVD con todo el show. ¿Les suena?, ok, entonces ¡dejen esa maña de «vivir» el concierto a través de sus teléfonos inteligentes, disfruten y déjennos disfrutar!

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