La Encrucijada del Gobierno frente al Estado Mayor Central

El Estado Mayor Central (EMC) es un grupo armado organizado al margen de la ley que surgió como una escisión de mandos importantes de las antiguas FARC, apartados del proceso de paz o salieron poco después de la firma del Acuerdo. Este grupo pasó de un estado de dispersión en 2016 a una coordinación de disidencias en 2018 con presencia territorial en el Magdalena Medio y el sur del país. A pesar de que alias ‘Iván Mordisco’ se presenta como su líder, esta disidencia cuenta con 7 bloques en los que no se percibe un control unificado; se parecen a una federación de grupos con diversos grados de articulación y gran nivel de autonomía.

Recientemente el EMC anunció la creación del “Bloque Central Comandante Isaías Pardo” que operará en Tolima, Quindío, Huila y Valle del Cauca. Aunque el anuncio causó estupor en la opinión pública por las declaraciones de Otty Patiño, Alto Comisionado de Paz, señalando que el EMC tiene todo el derecho de hacer una reorganización interna, lo que se percibe, desde afuera, es una escisión de esta organización armada ilegal.

A esta situación se suma lo acontecido en el encuentro extraordinario que tuvieron las delegaciones del gobierno de Gustavo Petro y esta disidencia en San Vicente del Caguán, Caquetá, el pasado 5 de abril. Si bien, en la reunión se acordó continuar con la negociación de paz, no hicieron presencia los delegados del Cauca y Arauca. Específicamente se hace referencia a los delegados de las estructuras conocidas como “Jaime Martínez” y “Dagoberto Ramos” que operan en el Cauca y el decimo frente “Guadalupe Salcedo” en Arauca son los que están incumpliendo los acuerdos y el cese al fuego en estas regiones.

El Gobierno Nacional tiene clara esta división en el EMC. Por esto la decisión de Gustavo Petro fue suspender, parcialmente, el cese al fuego con esta organización criminal en Nariño, Cauca y Valle del Cauca. En comunicado público, esta organización ilegal muestra una posición incoherente; mientras solicitan el restablecimiento del cese al fuego en todos los departamentos, amenazan veladamente con posibles ataques a objetivos militares y policiales. En el comunicado piden “a los ciudadanos en territorio nacional que no estén cerca de las patrullas militares, batallones, estaciones de policía o cualquier otra unidad armada del Gobierno”.

En los últimos días se ha observado que el EMC mantiene disputas territoriales con la Segunda Marquetalia, especialmente en Nariño y Cauca, y con el ELN, en Arauca. Estas disputas han generado el desplazamiento masivo de campesinos y el confinamiento de otros tantos. En Arauca, donde el ELN tiene su mayor poderío militar, las disidencias solicitan un “sece (sic) bilateral temporal de fuego, para aliviar de inmediato la crisis humanitaria y regresar la tranquilidad al departamento”.

Pareciera avecinarse una escisión en la disidencia de las FARC conocida como EMC. Este es un escenario en el que el gobierno nacional debe tomar decisiones de fondo. Puede encaminar acciones armadas para combatir estos nuevos grupos que se están fortaleciendo, como lo ha hecho últimamente dando de baja algunos comandantes en Casanare y Cauca, o repiensa la incorporación de los grupos al proceso de negociación. De la decisión que se tome depende la política de Paz Total que no está atravesando por su mejor momento.