Salud en Tumaco: la historia de éxito de la ESE Divino Niño

Entrevista con la gerente, Carolina Farinango Hernández, que en cinco años recuperó financieramente la empresa y expandió el servicio, beneficiando también a la población rural.

Las noticias positivas de Tumaco no son tan frecuentes, pero del sector salud ha llegado una, al principio difícil de creer: una gestión exitosa en una Empresa Social del Estado prestadora de servicios en primer nivel de complejidad.   

Como suele pasar, los hechos negativos de la ESE Centro Hospital Divino Niño sí fueron noticia, cuando un alcalde forzó la salida de la gerente, que estaba embarazada, en medio de amenazas anónimas y persecución, en el año 2017.

En 2018, la justicia reintegró al cargo a Carolina Farinango, pero tuvo licencia de maternidad. Del 2019 al 2023 ella “sanó” a la ESE y le dio vitalidad, lo que algunos creen que es un “milagro”, que no salido tanto en las noticias.

Los números son dicientes: la facturación a las EPS pasó de $19.000 millones a $49.000 millones, lo que permitió invertir en infraestructura, tecnología y talento humano para mejorar notablemente el servicio. En 20 años de existencia de la ESE, por primera vez tuvo superávit.

Carolina Farinango es odontóloga y especialista en gerencia y auditoría de calidad en salud, a la que el amor y la creación de una familia la volvieron tumaqueña por adopción.

• El desafío: salvar una empresa quebrada
• Mejorando la atención a los usuarios rurales, 45% del total
• La escasez de médicos generales y especialistas en Tumaco
• El compromiso de un equipo transformador
• Retos del futuro de la ESE Divino Niño

La relevancia social de la ESE Divino Niño

La ESE Centro Hospital Divino Niño del Distrito de Tumaco, de baja complejidad, atiende a 160.000 usuarios de las EPS Emssanar, Nueva EPS, Asmet Salud, Sanitas y Mallamas, incluyendo municipios de la costa Pacífico nariñense.

Tiene 39 sedes habilitadas, oferta servicios de urgencias y hospitalización las 24 horas; todos los servicios de consulta externa: medicina general, enfermería, odontología, laboratorio clínico, farmacia, transporte asistencial básico, y especialidades como pediatría, medicina interna, ginecología, radiología, de modo intramural y extramural.

“En Tumaco, cuando los pacientes requieren servicios de más alta complejidad son remitidos localmente a la red pública Hospital San Andrés y a la red privada de la IPS Puente del Medio, de segundo nivel, y para tercer y cuarto nivel de atención, a Pasto, Cali o Bogotá”, explica la ahora exgerente, pues entregó el cargo recientemente.

La gestión de recuperación financiera

La ESE tenía una deuda de más de $16.000 millones, que requirió una modificación seria del programa de saneamiento fiscal y financiero. Con el apoyo de la alcaldesa, Emilsen Angulo, la administración distrital aportó $2.320 millones y ayudó con el gobernador para conseguir $3.900 millones, cubriendo así el 40% de la deuda.

“El siguiente reto era mitigar con recursos propios el pasivo. Eso implicó mejorar la contratación con las diferentes EPS y buscar tener la facturación al día.  La radicación oportuna, mes a mes, de las cuentas médicas era clave: pasamos de radicar $700 millones a $3.000 millones”, cuenta Carolina Farinango.

Disminuyeron los descuentos y glosas, pasando de un 35% a 3%. La gestión de cartera pasó de $900 millones a $1.200 millones mensuales a $3.000 millones hasta $5.000 millones, inicialmente de forma amigable, y al final con demandas y tutelas para obtener mejores resultados.

Se abrieron nuevos servicios generando más ingresos a la empresa, y en la operación corriente pagaron puntualmente al talento humano, proveedores y demás para no generar nuevo pasivo.

Mejorando la atención a los usuarios rurales

Le preguntamos a Carolina Farinango por cómo su gestión benefició a los usuarios rurales, normalmente los que tienen más dificultades para acceder a los servicios de salud.

“La población rural es aproximadamente el 45% de los usuarios. En la zona carretera contratamos más profesionales que están en las zonas de uno a tres días en semana prestando servicios de salud: medicina, enfermería, odontología, exámenes de laboratorio y entrega de medicamentos”, contesta.

Y añade: “En el caso de Llorente, que presta servicios de urgencias las 24 horas, lo que hicimos es fortalecer contratando más profesionales permanentes como médicos, enfermeras y odontología para atender la demanda tan alta que se tiene en la zona”.

Agrega que invirtieron recursos propios en los dos últimos años, por $4.800 millones, para el mejoramiento de infraestructura y dotación de 12 sedes rurales y 5 sedes urbanas.

En realidad, su gestión tiene mucho más que mostrar en relación con la población rural.

Con fuentes nacionales, cooperación y sector privado, consiguió $6.000 millones para dotaciones de equipos biomédicos, de cómputo, mejoramiento de infraestructura y construcción de sedes en zona rural dispersas, que están en ejecución.

Con USAID, $455 millones para los estudios y diseños del centro de salud de Llorente, que va a beneficiar en la zona rural a más de 30.000 usuarios.  

“El proyecto cuenta con una infraestructura de todos los servicios de medicina, enfermería, odontología, vacunación, rayos x, urgencias, trasporte asistencial básico, hospitalización, obstetricia, tan necesario”, explica.

 Adicionalmente, seleccionaron 44 gestores comunitarios del territorio, de zonas focalizadas por los índices de mortalidad y morbilidad como malaria, dengue, entre otros; una estrategia que mereció que se presentara en un evento especializado co-organizado por el Banco Mundial en 2022.

La gerente Farinango destaca “las importantes obras que están en ejecución, como son la construcción y dotación del puesto de salud Bellavista, Río Mejicano, que beneficia a las 10 veredas con aproximadamente 1.500 personas, y la construcción y dotación del puesto de salud Chajal río Chagui, que beneficia a 15 veredas con aproximadamente 2.200 personas. Todo esto gracias a una gestión conjunta con la alcaldesa María Emilson Angulo ante el Ministerio de Salud, por $2.300 millones”.

La escasez de médicos generales y especialistas en Tumaco

“Todos los especialistas son escasos. No hay la cantidad necesaria para la población.  En Tumaco somos 267.000 habitantes, más los municipios de la costa pacífica Nariñense que llegan a Tumaco”, comienza a explicar Carolina Farinango. 

“Además, no hay suficientes equipos biomédicos y capacidad instalada en Tumaco. Por ejemplo, en unidad de nefrología, de oncología, de neurocirugía, de psiquiatría, tan necesaria, entre otros”.

“También son escasos los médicos: hay 1.5 médicos por cada 1.000 habitantes, según fuente del Ministerio de Salud. La Organización Mundial de la Salud recomienda mínimo se deben tener 3 médicos por cada 1.000 habitantes”.

“Los especialistas son más escasos aun; del total de médicos que hay en Colombia, aproximadamente hay el 26.5% de especialistas, pero creería que primero para garantizar profesionales en el territorio debe haber políticas claras desde el gobierne nacional, que especialice a los médicos”.

“También pagarles puntual y bien remunerados, que llame la atención,  especialmente en las zonas rurales y dispersas o los  municipio más vulnerables. Que se les brinde beneficios adicionales para que prefieran venir a los territorios y no quedarse en las grandes ciudades donde están concentrados”.

Un equipo comprometido con la transformación

“Primero agradezco a Dios y a mi familia, que siempre me apoyó. Mi equipo de trabajo hizo la diferencia: muy comprometidos, disciplinados, responsables, empoderados, trabajando en equipo, asumiendo siempre retos, metas, propósitos y proyectos que logramos”.

“Los comités eran fundamentales y muy  frecuentes, siempre escuchando cada uno de nuestros funcionarios, conociendo las necesidades y problemas, igualmente las soluciones, siempre avanzando”.

“Dependiendo del tipo de comité, había unos semanales, quincenales y otros mensuales, siempre haciendo seguimiento y observando el progreso, cumpliendo con los indicadores esperados por el programa de saneamiento fiscal y financiero”.  

Retos del futuro de la ESE Divino Niño

Carolina Farinango no quería dar consejos no pedidos a la nueva administración, pero nuestro argumento fue que resultan de interés público. Estabilidad financiera, austeridad, confianza, gestión de proyectos e inversión en innovación y desarrollo son las claves que propone.

Mantener la estabilidad financiera de la empresa, que fue un logro histórico, porque si analizamos el contexto en salud, la situación financiera de las ESEs es compleja en el país; aun así, lo logramos con un magnífico equipo.

Con las dificultades de las EPSs, la cartera tan alta, EPSs en liquidación dejando deudas grandes a la empresa, logramos generar un balance de los ingresos versus compromisos. Hay que seguir siendo austeros en el manejo de los recursos y haciendo gestiones importantes para mejorar los servicios de salud.

Mantener la confianza de los funcionarios, proveedores, pagando puntual y con entidades de orden nacional, entidades privadas. EPSs y comunidad, cumpliendo los compromisos adquiridos, metas, indicadores y en proyectos de inversión en infraestructura y dotación.

Gestión de proyectos y la inversión de recursos en I+D innovación y desarrollo. Una empresa que cada vez sea más competitiva y se sostenga en el mercado. Debe invertir en tecnología, en infraestructura, en nuevos servicios, satisfaciendo las necesidades del territorio.

La ESE a futuro puede habilitar más servicios y mejorar sedes con su dotación, si sigue con buenos manejos financieros, estabilidad y gestiones profesionales.