No hay ningún ruido a esa hora en el estudio, pero el profesor Noreña no puede dejar de escuchar un estruendo vivo, estremecedor, palpitante hasta su ingle. Esa sensación de tranquilidad externa y caos interior lo atormenta sobremanera y le hace reventar en pensamientos inconscientes, que divagan... Ver post completo.
Ventiundedos
La clase de mañana
La alfombra portavasos, traída del Sur de Asia, reposa solitaria en la esquina del escritorio. Ese objeto le recuerda a una estudiante morena, muy callada, con rasgos indios en sus facciones, quien se la regaló en una de sus clases: “fui con mi familia a Pakistán y te traje esto de regalo”,... Ver post completo.
Letanía e imposibles históricos
El Profesor Noreña se mira de día en el espejo y revitaliza su rostro con un chorro de agua fría. Desea despertarse, aplicarles a los nervios una inyección de movimiento para romper el estatismo de los muros. De tanto pensar sobre las paredes se le ha caído el ímpetu, se le ha roto el cartílago... Ver post completo.
Cantando bajo el sol
“Despiértame cuando pase el temblor” - Gustavo Cerati La corteza cerebral del profesor Noreña está reventada por escuchar, todos los días, cifras y datos sobre infectados, decaimientos económicos, crisis estelares, estadísticas sin precedentes, en fin, colorarios del fin del mundo. Pero... Ver post completo.
Prisionero del balcón
El escritorio ha sido cambiado varias veces de su posición, sin embargo, en él reposa el mismo cuaderno con el mismo lápiz. Cuaderno para destruir la hoja en blanco, lápiz para golpear la madera y la falta de escritura… ¡otro cigarrillo más de desespero en el balcón! Y es que la ambigüedad... Ver post completo.
Entre la cabeza de un ratón y la cola de un león
El profesor Noreña ama las fábulas, aunque no tanto a los animales, sin embargo, cree que ellos tienen un don preciado que, injustamente, la historia ha penalizado con inferioridad: se trata de no poder hablar. A la humanidad, la palabra la condena a ser esplendor de inteligencia así como cultora... Ver post completo.
La forma del pánico
...En memoria de Dilan Cruz, quien murió al ser herido en una manifestación, por un agente del ESMAD... El profesor Noreña salió a la calle y encontró varias cosas curiosas… Unos manifestantes que se escondieron en las cañerías de una calle central de la ciudad, para huir de la fuerza... Ver post completo.
Claudia no viene de “claudicar”
De vez en cuando, el profesor Noreña tiene amplios espacios de desasosiego, el insomnio lo domina, la cabeza no lo deja tranquilo, sus fantasmas espirituales lo abominan. Para superar esa situación, y como su mejor terapia, tiene el levantarse de la cama para leer o escribir. Pero como el libro... Ver post completo.
El fracaso de la educación o la tristeza del ******** Noreña
Para Jhonnier David Coronado, quien perdió la vida después de lanzarse de un 8vo piso de uno de los edificios de la Pontificia Universidad Javeriana. Y para los estudiantes heridos en las manifestaciones de la Universidad Pedagógica, ocurridas en la semana del 27 de septiembre de 2019. El... Ver post completo.
Trabajo sí hay: oda a un desempleado
La partida del profesor Noreña fue inútil, no hubo horizontes por colonizar, el llamado fue un canto de sirena, la mentira y la farsa doblegaron el espíritu aventurero...entonces, en calidad de desempleado, su conciencia tuvo que someterse al avatar de las entrevistas de selección. Con toda humildad... Ver post completo.