Un blog de machos (y para muchas)

Publicado el KGB

El macho cabrío*: atrapado entre putas, LGBTI´s y el día del hombre

El prefijo «multi» está de moda: multi-disciplinario, multi-cultural, multi-étnico, multi-media, multi-touch… algunos hablan, incluso, de la multi-diversidad lo que me parece, francamente, un pleonasmo. Parece una imposición: hoy ¡toca! ser «multi”. (Si quiere, vea aquí http://www.youtube.com/watch?v=nQw6JcPJj-U un extracto del stand up «Noche de Perras» donde Liss Pereira habla sobre la desgracia de ser mujer multi-tasking)

Pero si lo «multi» está de moda, probablemente tienen tanto de vanguardia como de show pasajero. Para algunos -como para el intelectual Giovanni Sartori- eso de lo «multi» es una muy peligrosa paradoja creada por falsos liberales, que de forma demagógica incluyeron en sus discursos el tema de la inclusión como una mera plataforma política, que lejos de integrar a lo que puede conllevar es al marginamiento práctico y simbólico de algunas comunidades. (por si acaso, acá un link de El País sobre su texto «La sociedad multiétnica»: http://elpais.com/diario/2001/04/05/cultura/986421609_850215.html).

Lo que a mi me parece un tanto peligroso del multi-discurso es ese posible emborronamiento de las singularidades, de la negación de las características propias e individuales de seres humanos y circunstancias de la vida, por medio de una aplanadora mediática que se mueve en nombre de la pluralidad; obvio, el principio de la pluralidad no tiene la culpa.

Así que de tanto en tanto, el género masculino también ha venido quedando acorralado, o aplanado, por el fenómeno «multi»; atrapado, por ejemplo, entre marchas de las putas, marchas del orgullo gay y días del hombre donde se nos recuerda que estamos obligados a ser multi-dimensionales cuando, posiblemente, lo nuestro no sean los multi-niveles sino la uni-dimensionalidad. ¿llegará el día de una marcha del orgullo macho? (aquí otra sugerencia: Sable en Diners: http://www.revistadiners.com.co/articulo/15_809585_los-hombres-somos-basicos-y-predecibles-adolfo-zableh )

Es cierto y lo repito como tantas otras veces, cientos de años de dominación «masculina» -no necesariamente ejercida solo por hombres- desequilibraron la balanza de género negando otras opciones donde, por ejemplo, lo femenino -no necesariamente ejercido por las mujeres- sufrieron desigualdades nocivas y corrosivas; solo un procurador podría encontrar que las reivindicaciones de putas, lesbianas, gays, transgeneristas, transexuales, travestis o intersexuales carezcan de fundamento y que sean nocivas para la sociedad pero, hablando desde «mi posición de género», me cuesta trabajo desconectarme de mi casa matriz para correr a lo «multi»; una escena donde francamente muchos nos sentimos torpes al intentar «tener pantalones» y llorar en público a la vez, una escena donde seguramente se gana tanto como se pierde.

Y claro, hablo de un género, el masculino, que -también, es verdad- necesita airearse pero, necesariamente, ¿a costa de su «espíritu»? y cuando digo espíritu me refiero a esa configuración de base, a esos aspectos tan humanos como la fuerza física, o tan subjetivos como la soltería, o  tan básicos como ser previsibles. ¿Acaso «tenemos», en imperativo, que dejar de ser elementales para ser “multi”? ¿por qué?

 *Ojo, sobre todo, a la acepción griega del término http://es.wikipedia.org/wiki/Macho_cabr%C3%ADo

 

 

 

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