No sólo a los parques de atracciones y restaurantes gringos les corresponde el honor de ser temáticos ; en Bogotá y otras ciudades han aparecido bares cuya carta de cócteles gira en torno a un tema particular. Así, uno encuentra lugares donde los cócteles tienen nombres de islas, pinturas famosas o estilos de circuncisión judía. Antes que se le ocurra a otro, queda aquí para los lectores una carta de cocteles tentativa para quien quiera montar un bar temático en torno a la literatura. Los mejores votos para que quien se arriesgue a vender tragos con nombres de escritores corra con mejor suerte en sus finanzas que los desafortunados propietarios de esos nombres.
Tabla de Cócteles del Bar “La biblioteca de Babel” :
Franz Kafka #1 :
Un coctel misterioso e indescifrable. Pídelo a tu mesero más cercano y él no te lo servirá. Intenta luego con el jefe de meseros, que después de mucho rogarle, te enviará con el barman. Irás sucesivamente donde el supervisor de turno, el administrador y el dueño del bar, que tampoco te atenderá. Cuando regreses, decepcionado, a tu mesa, te darás cuenta que el coctel siempre ha estado esperándote. Pero será hora de cerrar y no podrás beberlo.
Fiodor Dostoievsky :
Vodka ruso servido al estilo de los más exclusivos spas de Siberia. Ideal para el final de uno de esos días en los que quieres romperle la cabeza de un hachazo al que sea. Si vienes con tus hermanos, reclama gratis la segunda ronda. Si vienes con tus hermanos después de matar a tu papá, reclama gratis la segunda y la tercera ronda. Si vienes solo, reclama fichas para el casino.
Jorge Luis Borges :
Una mezcla elegante y bien ponderada de todos los licores conocidos por el hombre y algunos imaginarios o que parecieran serlo, servida en un mate argentino. Garantizamos que todos sus componentes son originales y estampillados, pero tal vez quedes ciego antes de terminar este coctel. Tal vez, y es posible, que tú seas el coctel y alguien más te esté bebiendo.
Juan Rulfo (o Malcolm Löwry, cuestión de gustos) :
Un trago doble, o si se quiere triple, de tequila importado suavizado con mezcal. Recomendado si todo va de mal en peor.
Edgar Allan Poe #1 :
Dos tragos y tendrás una noche de ultratumba. Mañana revivirás siendo otro y no podrás quejarte de que la fama de borracho te acompañe por el resto de tus días.
Edgar Allan Poe # 2 :
Coctel suave a base de amontillado. Lo bueno es que es gratis. Lo malo es que tendrás que acompañar a uno de nuestros meseros a subir la botella desde el sótano.
Andrés Caicedo :
Una bebida fuerte que incluye café, antidepresivos, nicotina, valium, ventilán y catorce licores potenciadores de úlcera péptica. Te recomendamos empezar ya y tomarlo diariamente; al fin y al cabo, vivir más de venticinco años es una estupidez.
Vladimir Nabokov :
Coctel sin alcohol con sabor suave y seductor. Requisito indispensable que presentes un documento que pruebe tu mayoría de edad y que tu acompañante no pueda presentarlo.
Jack Kerouac :
Una mezcla desordenada a base de tragos baratos que incluyen aguardiente Caprissio, vino Moscatel de Pasas y whisky nacional. Te gustará tanto que pedirás uno y otro y otro más hasta que, sin un peso, tendrá que regresar a casa en autostop. De aquí saldrás bien, pero con seguridad vomitarás en el camino.
Ulysses de Joyce:
El mejor y más grande de los cocteles inventados en el siglo XX. Su base de whisky irlandés te encantará y seducirá a cada sorbo, pero si no eres un bebedor experto no esperes poder terminarlo y menos digerirlo.
Marcel Proust :
Siete voluminosos vasos de suave coctel para beber y paladear con calma recordando a cada sorbo un montón de buenos momentos.
Franz Kafka # 2
Coctel fuerte ideal para el final de un duro día en la oficina. Bébelo con calma y mañana, tras un sueño intranquilo, despertarás sintiéndote como un monstruoso insecto. 2 x 1 en nuestra Happy hour del Día del Padre