Tributos y Atributos

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Cómo están «negociando» la Reforma Tributaria

Cualquiera quisiera poder documentar y probar, cómo es que se está “negociando” la Reforma Tributaria. Sin embargo, esa tarea no es tan sencilla porque opera la Ley del Silencio. Todos callan, nadie dice nada y menos reconoce algo diferente a que no hay quórum o, sencillamente, no hemos leído –Congresistas sin…ceros- y no sabemos qué vamos a votar. La realidad es que a estas alturas, nadie va al Congreso a sustentar técnicamente una reforma con las implicaciones del actual articulado.
Si la pedagogía del proyecto no ha funcionado en tres meses y en no menos de 100 reuniones públicas y otro tanto, en encuentros privados, qué garantiza que los próximos días y horas sean suficientes para entender qué se va a votar y cómo.
En todo caso la verdad es que como en el pasado, está reforma si se está “negociando”, tan sólo que de mejor manera, porque de algo tiene que servir no tener una urgencia de recaudo, estar en un momento económico favorable, que el Congreso haya quedado al descubierto en sus prácticas con la Reforma a la Justicia y que la Dian esté ahora más robustececida que antes cuando los congresistas le metían mano todo el tiempo, así no mediara un proyecto de ley tributaria.
Sólo para recordar, qué pueden pedir los congresistas en el actual escenario de discusión de la Reforma y en qué puede ceder el gobierno para no sentirse derrotado.
Como al divino niño, al Gobierno le piden de todo: puestos en entidades del orden nacional o en las embajadas, ministerios, direcciones, viabilizar proyectos en las regiones, cargos directivos en la Administración Tributaria y Aduanera, contrataciones, citas a amigos y amigas, a empresas o empresarios, a gremios, solucionar problemas fiscales particulares, donaciones de los inventarios de la Dian, vehículos para los congresistas con unas especificaciones que ni con lupa encuentran los funcionarios en las bodegas de entidad y lo peor, incluir proposiciones absurdas dentro del articulado y que en la mayoría de los casos rayan en una indelicadeza total.
Qué han pedido hasta el momento, que no les graven las pensiones, exiguas mesadas por demás y que no les toquen los salarios, también exiguos a sus ojos, porque evidentemente los congresistas hacen parte de ese 1% que en teoría del gobierno van a pagar más.
En qué puede ceder el gobierno, ya ha cedido en varios temas que además tienen costo fiscal, marginal dentro del recaudo, pero costo fiscal. Puede ceder en temas procedimiento y quizás en algunos temas de IVA por el lado de las exenciones y,o exclusiones; pero definitivamente no puede ceder en los temas que son “los caballitos de batalla de la Reforma” y que en realidad hace parte de la esencia del articulado, el Iman, el Cree y la reducción de tarifas de IVA.
En todo caso y como en el pasado, las reuniones con los congresistas, ad portas de finalizar la Reforma Tributaria, han comenzado con diálogos como este:” …Sr. Presidente, el Ministro nos piden que apoyemos la Reforma, pero cómo nos están apoyando ustedes, es que ni nos atienden Presidente y eso que los ayudamos a elegir”. Juzguen ustedes.
Para cerrar el tema por ahora, hay que decir: definitivamente es en esta aprobación o no de la Reforma Tributaria, donde se va a poner a prueba la tal Unidad Nacional. Por ahora se sigue confirmando porque el Estatuto Tributario y la estructura impositiva es difícil de administrar.

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