Ricardo nació en Cali, vino a vivir a Guatemala hace 17 años y regresa solo de visita a Colombia cada vez que puede. Hablábamos que este domingo 25 de octubre son las elecciones regionales en Colombia y también la segunda vuelta para elegir presidente en Guatemala.
“Yo no voto. Cuando son las elecciones para Presidente de Colombia a pesar de que puedo ir a votar a la embajada, no voto. Después de tantos años no planeo regresar a vivir a Colombia así que me da igual. Y Le doy gracias a Dios cuando termina cada campaña electoral porque la gente se pone cansona, tengo familiares y conocidos que me llaman únicamente en época de elecciones para decirme por quién debo ir a votar. Es fastidioso”. Dice Ricardo.
Y yo le contesto: Al menos en Colombia hay partidos políticos de largo plazo, en cambio aquí en Guatemala son negocios de temporada. Cada partido dura unas pocas campañas y luego desaparecen y se transforman en cualquier cosa que resulte atractiva para los votantes copiando discursos y colores exitosos de otros países. Luego vuelven a desaparecer. No hay ideologías ni seguimiento ni objetivos que duren más de una temporada. Eso son las elecciones y la política en Guatemala.
A lo que Ricardo responde: Mi familia ha sido siempre liberal pero cuando uno lo mira desde afuera, se da cuenta de que ahora ni siquiera se puede distinguir entre un godo y un liberal. Las ideologías políticas son decorativas nada más.
Entonces le cuento a Ricardo la historia de un viejo muy querido que vivía en Ibagué. Cuando pasaba un cortejo fúnebre preguntaba “¿Quién se murió”, su siguiente pregunta era “¿Era liberal o conservador?”. Si le respondían que era liberal el viejo decía “Es una lamentable pérdida” pero si le decían que era conservador terminaba la conversación diciendo “Poco a poco se va limpiando la tierra”.
Ricardo se ríe y me dice: Quédese este domingo con su familia en la casa, no pierda el tiempo saliendo a votar. Estos países nuestros no se arreglan con el voto.
Twitter @Tolima_Toliman