Tolima-Tolimán

Publicado el FabiolaH

¿Qué pasó ayer en Guatemala?

Foto Víctor García
Foto Víctor García

Desde el 25 de abril en diferentes departamentos de Guatemala, hemos salido a manifestar, a plantarnos para decir, mejor dicho para gritar, que no queremos más corrupción aquí. Las manifestaciones han alcanzado 60, 70 y algunos dicen que hasta 100mil personas. Todas ellas pacíficas, en un ambiente tranquilo, sin confrontaciones.

Muchos de ustedes saben, que hay un colombiano nombrado por Naciones Unidas, cuyo equipo apoya y capacita al Ministerio Público para lograr erradicar o al menos disminuir la corrupción en el sistema, se llama Iván Velásquez, sí, el de Medellín.

Pasa que en Guatemala, cada grupo de gobierno que llega al poder, resultan ser organizaciones estructuradas y capacitadas en robo y desfalco y hablamos de que eso ocurre en un país donde la violencia, la pobreza y la desigualdad continúan creciendo por falta de recursos del estado. Por eso empezamos pidiendo la renuncia de la vicepresidenta quien fue la primera implicada en una estructura que defraudaba al estado a través de las aduanas. Cuando ella tuvo que renunciar por las presiones sociales, empresariales e internacionales, lo siguiente a pedir fue la renuncia del presidente porque era imposible que uno operara sin el otro.

Algunos medios de comunicación habían revelado muchas propiedades dentro y fuera de Guatemala, aviones, helicópteros, empresas inmobiliarias, centros comerciales y hasta la compra de un periódico que ambos se recetaron en estos últimos años, utilizando testaferros. Y sí, las investigaciones dieron la razón a esas publicaciones. Hace una semana en conferencia, el Ministerio Público y del equipo de Iván Velásquez de la Cicig, mostraron que tanto Otto Pérez como la exvicepresidenta Baldetti, eran las cabezas de la red de defraudación al estado y todas sus propiedades están bajo investigación y con riesgo de que les aplique la ley de extinción de dominio.

No queremos más de esto y por eso hemos gritado y no solo en las calles, el levantamiento inesperado se ha dado en universidades, redes sociales, empresas, grupos familiares, donde sea. Es la primera vez en mi vida (y ya no soy tan joven) que veo una sociedad unida, sin polarizaciones. Honestamente yo pensaba que eso no era posible en Guatemala.

Otto Pérez es un militar retirado, que llegó hasta el puesto de general. Durante la guerra dirigió un tiempo la base militar de una de las zonas donde más masacres realizó el ejército. Es la misma región herida por la cual se juzga al expresidente Efraín Ríos Montt por genocidio. Pues, Otto Pérez estuvo ahí, su alias era Tito Arias. Sin embargo, hablar de las masacres en Nebaj y de Tito Arias sí fue en los últimos años motivo de polarización y mentadas de madre en este país. De manera absurda todavía resulta ser un tema con el mismo discurso de la guerra, ustedes los de izquierda y ustedes los de derecha.

La historia de guerra y represión en Guatemala previo a la firma de paz en 1996, nos dañó el disco duro a varias generaciones. Hablábamos con una amiga que la generación de nuestros papás se acostumbró a que “debemos callar”; la generación nuestra aprendió a “mejor no meterse” y la generación siguiente aprendió que “no nos importa”. La posguerra acarrea todavía con un país completamente polarizado, y aquí las culpas de todo lo que pasa suelen estar basadas en ideologías.

Pero lo de ayer fue diferente, y cuando digo ayer me refiero a lo que ha ocurrido en estos últimos cuatro meses en Guatemala. Lejos del discurso de izquierdosos y derechosos, vimos en una misma mesa y en una misma plaza manifestándose a líderes sociales, empresarios, estudiantes públicos y privados, artistas, escritores, músicos y gente común y corriente como yo, pidiendo lo mismo: La renuncia del presidente porque no queremos más corrupción.

Ayer martes 1 de septiembre, era la cita en el Congreso de la República donde los diputados votarían para ver si se le quitaba el derecho de antejuicio al presidente y pudiera ser procesado. Todos nos sorprendimos cuando nos enteramos que en la madrugada llegó un grupo de no más 80 manifestantes, supuestamente sindicalistas, armados de palos y bloquearon el congreso para evitar que los diputados ingresaran. Las imágenes eran tristes porque esa manifestación no tenía nada en común con las de los últimos meses. Este grupo colocó a niños y mujeres con bebés en brazos, como escudos en la puerta del congreso.

La Guatemala que yo conocía, habría llegado con un grupo aun mayor y también armado de palos, bates y piedras, a disolver a este sospechoso grupo, pero no fue así. Hubo llamado en redes sociales y también en algunos medios, donde algunas organizaciones pidieron que la gente llegara al congreso, pero llevando rosas y agua para todos, y la gente respondió. Una parte de los nuevos manifestantes llegaron pacíficos a calmar los ánimos, mientras otros sin violencia, armaron una valla humana para permitir el paso a los diputados al congreso.

Necesitábamos 105 votos para que se le retirara la inmunidad al presidente. Los diputados empezaron a acercarse, primero 5, luego 23, se detuvo un buen rato cuando iban 80 y luego se atrevió a entrar el resto. Al momento de la votación, los 132 diputados que asistieron al llamado, votaron por unanimidad por el retiro del antejuicio a Otto. El señor ya puede ser procesado y al momento de ser arrestado, tiene que dejar el cargo de presidente.

Veo para atrás y puedo asegurar que desde que este movimiento social empezó en abril, una de las consignas que más se ha repetido es: No responder a provocaciones, no responder con violencia. Y esto es sin duda un país diferente al que yo conocía, una nueva etapa en la historia.

No quiero pensar que en esta sociedad, el robo de millones de quetzales tiene más valor y la capacidad de unir a un país que las atrocidades cometidas por el ejército durante la guerra. Tal vez prefiero pensar que por fin nos levantamos sin miedo y nos unimos por un fin común, sin necesidad de estar sacándonos la madre, y que esto sin duda, puede empezar a cosechar una mejor sociedad para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.

Twitter @Tolima_Toliman

Foto: La Hora
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Foto ElPeriódico
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Foto PrensaLibre
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