Tolima-Tolimán

Publicado el FabiolaH

Las tragedias después del fútbol

La noche que Argentina eliminó a Colombia, yo estaba frente a la televisión en Guatemala, jalándome el pelo y mordiéndome las uñas por la angustia de los penales. Aunque no me apasiona el fútbol, le pongo el corazón a los partidos de selección nacional de Colombia o de Guatemala.

Un rato después de que terminó el juego, mientras yo todavía alegaba en Guatemala por ese resultado, Cindy Vanessa Posso Hurtado salía de su casa en Cali y cuando pasaba a poca distancia de un reductor de velocidad, un motociclista ebrio la atropelló.

A Cindy la llevaron de emergencia a un hospital de Cali e ingresó a cuidados intensivos. A pesar de que luchó por varios días, por la gravedad de los golpes no logró resistir. Su familia, mi familia, se despidió de ella el 5 de julio.

Cindy tenía 26 años, una familia y amigos que la amaban y una vida entera para vivirla como se le antojara vivirla y ninguno de nosotros puede entender y mucho menos aceptar, por qué una persona que está ebria y no está en condiciones de manejar, toma el volante de un vehículo.

El fútbol pasó, la Copa América ya es historia pero hoy una familia, mi familia, está de luto y otra familia, la del motociclista ebrio, lo acompañará en un proceso de tribunales que esperamos lo lleve a prisión.

Desde un inicio, la propuesta de este blog ha sido contar sobre Colombia vista desde Guatemala, esta vez me tocó ver desde aquí, cómo se fue mi prima Cindy, de una manera absurda e incomprensible, allá en Colombia.

La estupidez de tomar un volante en estado de ebriedad, va a seguir ahí y caerán en ella demasiadas personas después de cualquier resultado en el fútbol, o bien el día de pago, de cumpleaños, el viernes, el sábado, cualquier día, porque al final de cuentas, conducir en estado de ebriedad es una decisión tomada precisamente por un ebrio.

Hasta pronto Cindy.

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