Tolima-Tolimán

Publicado el FabiolaH

La guerra después de la guerra

paz

Una serie de explosiones recientemente en diferentes puntos de Bogotá, nos recuerdan que Colombia continúa en guerra a pesar de que hay pasos firmes en el proceso del tan esperado acuerdo de paz.

Liliana vive en Manizales y estuvo aquí en Guatemala hace un par de meses y me decía “Tengo 48 años y pertenezco a una generación que nunca ha vivido en Colombia con un clima de paz”

No me atreví a decirle que acá en Guatemala, ese acuerdo de paz se firmó hace 18 años pero que la guerra se está tardando en terminar.

Cuando se firmó la paz yo estaba segura de que algo grande y muy bueno vendría después. Y sí, muchas cosas cambiaron, algunas de fondo y otras solo de forma. Por ejemplo, hoy por hoy un ex guerrillero puede contar abiertamente que lo fue y yo puedo tomarme una cerveza a su lado mientras escucho sus historias. Puedo sacarle el dedo a los de un camión con soldados del ejército cuando se comportan abusivos en el tránsito, sin que por eso me vayan a llevar detenida y acusada de desestabilizar. Puedo escribir lo que me identifica y lo que  me asquea de cualquiera de los dos bandos en mis redes sociales y también elegir si en las elecciones de este año, votaré por el partido que formó la guerrilla o por los de derecha. Esas cosas las obtuvimos con la firma de ese acuerdo.

Pero sigo sin poder decir que vivo en un país en paz porque la violencia empezó a venir por otros lados: Narcotráfico, maras, grupos paralelos de poder y cualquier otro grupo. La violencia e incertidumbre como parte de la vida de varias generaciones, dejan una estela que no desaparece en un corto ni en un mediano plazo. Es la guerra que queda después de la guerra.

Este martes en la mañana, dos periodistas fueron asesinados delante de mucha gente en un parque, en la ciudad de Mazatenango. Uno de ellos había recibido amenazas por haber destapado evidencias de corrupción en esa ciudad. Unos minutos antes un vehículo del sistema penitenciario llevaba a un reo a un hospital público en Ciudad de Guatemala. En la entrada al hospital lo esperaban otros dos automóviles que estallaron una granada en medio de toda la gente que se aglomera en el hospital más grande del país  y luego, comenzaron a disparar indiscriminadamente. Aparentemente buscaban liberar al reo y no lo lograron. Se retiraron dejando dos muertos y veintiséis heridos.

Sigo pensando que muy probablemente, mi generación no conocerá la paz y la generación de Liliana, la de Manizales, tampoco.

Tal vez hoy no es día optimista.

Twitter @Tolima_Toliman

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