Tolima-Tolimán

Publicado el FabiolaH

Id y polarizad a todos

La polarización política es la opinión pública dividida en dos extremos opuestos. Ojalá y esto fuera sinónimo de diferir, discernir y luego buscar consensos, pero no es así. La polarización más bien convierte en campo de batalla a las sociedades. Se atrincheran y lanzan su arsenal los unos contra los otros y la agresividad es denominador común. Lamentablemente esto daña cualquier ejercicio democrático.

De las similitudes entre Colombia y Guatemala, tristemente una de ellas es la creciente polarización en ambas sociedades.

En Guatemala esta división se acentuó con el juicio de genocidio realizado el año pasado contra el ex jefe de gobierno Efraín Ríos Montt y las atrocidades cometidas durante el conflicto armado. En Colombia se incrementó con la posibilidad de firma de paz y las recientes elecciones. No digo que no haya existido esa línea divisoria antes en cada país, sino que recientemente se profundizó.

Y la polarización tiene sus portavoces. En Guatemala uno de ellos es un señor de apellidos Méndez Ruiz para quien todos los que opinan diferente a él y a sus seguidores son terroristas y lo grita desde la columna que tiene en un periódico. Con su discurso cansón de «ustedes los terroristas de pensamiento de izquierda y nosotros los salvadores de derecha» creó una organización que realiza actos bastante agresivos llamada Fundación contra el Terrorismo que significa lo mismo que «fundación contra los que piensan diferente a mí». No se equivoque, tiene bastantes seguidores y muy buenos financistas.

En Colombia, uno de los voceros polarizadores es de apellidos Uribe Vélez. Para él los que difieren de sus opiniones y de lo que él hubiera hecho, tienen un rótulo de castrochavistas y lo grita desde todas las trincheras que tiene a su disposición. Al señor no se le dificulta nada incrementar las filas de seguidores y repetidores de su discurso, muchos de ellos dispuestos a insultar y hasta agredir mientras lo hacen.

Y no son solo estos dos señores, lo hacen personas de ambos bandos cuyo fin es promover divisiones en su pueblo.

No se necesita mucho para saber que los muy interesados en dividir y no en buscar soluciones lo hacen porque encuentran rentabilidad en ello. Pero cuando uno piensa en los que lo hacen de gratis es inevitable preguntarse ¿Cuántos realmente tuvieron un proceso de discernimiento antes de empezar, con agresividad y hasta violencia a repetir como loros un discurso ajeno? ¿De verdad todos evaluaron escenarios, leyeron y se empaparon para formarse un criterio propio antes de empezar a despotricar?

Las diferencias son normales y sanas, la discusión es necesaria y la búsqueda inteligente de puntos de solución y de bien común es indispensable. Pero una sociedad dividida, enemistada, que no encuentra consensos, no avanza sino que empieza a retroceder.

 

 

Comentarios