Tolima-Tolimán

Publicado el FabiolaH

Historias de la posguerra

Pedro García Arredondo. Foto: El Periódico
Pedro García Arredondo. Foto: El Periódico

Una noche, durante los años 80 -el período más duro de la guerra-, Alba y su familia se preparaban en su casa para ir a dormir cuando escucharon los gritos de un hombre que pedía auxilio. Ellos y los vecinos se acercaron a las ventanas sin embargo los  policías que lo perseguían advirtieron a las personas para que no salieran y tiraron algunos disparos sin objetivo específico, con el propósito de que la gente se alejara. Esto ocurrió en Ciudad de Guatemala.

El hombre que ya iba herido, logró esconderse en una de las casas que tenía la puerta abierta. Los policías rodearon la casa y se lo llevaron. Nadie supo quién era, tampoco por qué lo perseguían.

A la casa de Alba entraron dos balas disparadas por los policías, una por la ventana que quedó en la cama de una habitación y otra que dejó un agujero en una de las paredes del primero piso en donde siempre ha funcionado una pequeña tienda como negocio familiar.

Muchos años han pasado desde esa noche y la madre de Alba no quiso nunca tapar esa perforación, solamente le han puesto pintura cada vez que cambian color a la casa. También han pasado muchos años desde que la guerra terminó en Guatemala con la firma de paz, 18 para ser exactos.

Un día, hace pocos años, llegó a la tienda un señor que pedía un poco de comida y alguna moneda. Le dieron algo para comer y se sentó en una banca que estaba afuera. Mientras comía le dijo a la madre de Alba “Debajo de esos carteles hubo un hoyo de una bala”. El hombre no podía ver directamente el lugar porque unos afiches publicitarios estaban puestos encima.

La señora se asustó y tratando de no darle importancia, le preguntó a qué se refería y él le respondió:

-Esa noche perseguíamos a un estudiante universitario que nos habían mandado a buscar y tiramos unas balas, por eso yo sé que una quedó ahí, en esa pared.

Con eso terminó la conversación.

Esta semana que pasó, un tribunal de Guatemala condenó a 90 años de prisión a Pedro García Arredondo quien dirigió el Comando IV y el Cuerpo de Detectives a inicios de los años 80. Esas áreas de la Policía Nacional se encargaban de investigaciones pero en la realidad eran unidades paramilitares dentro del gobierno. Muchas ejecuciones extrajudiciales se le atribuyen a ese equipo sin embargo el motivo del fallo fue la quema de la Embajada de España en enero de 1980 en donde murieron 37 personas, entre ellos campesinos, estudiantes y diplomáticos. La condena por este caso ocurre 35 años después del hecho.

La firma de paz en Colombia no será el final de la historia del conflicto pero sí un importante paso. Hay que tener claro que aunque ya no haya guerra, habrá hoyos en la pared que permanecerán por décadas, tapados solo con un poco de pintura.

Twitter @Tolima_Toliman

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