Por Soltera DeBotas y María Paz Ruiz
…“Pero qué nos importa la opinión de la gente fría, siempre que nuestras almas, más ardientes y más nobles que las suyas, sepan disfrutar de lo que ellos no perciben”.
Marqués de Sade
SDB:
Incapaces de ser pronunciadas en voz alta, son como susurros que se ocultan detrás de aquella sonrisa de buena samaritana. Masturbar la cabeza con pensamientos que desencadenan los más profundos apetitos y que muestran el lado más oscuro pero tal vez el más libre. Relatos eróticos que se repiten una y otra vez en la mente, sin embargo pierden fuerza al acercarse de forma peligrosa a la realidad. El eterno dilema de materializar las ganas y sucumbir ante la tentación o simplemente callar y saborear en silencio aquel deseo que se pierde entre prejuicios.
Deleitarse con las sensaciones extremas que representan el encuentro con lo prohibido, lo inusual, lo bizarro y hasta lo doloroso porque hay muchos caminos intrínsecos para llegar al goce. Las fantasías sexuales son un “guilty pleasure” como cuando introduces el dedo en la torta de chocolate ajena, es algo que encanta y excita, no obstante se desfoga en la clandestinidad cuando nadie te ve, pues en algunos casos genera culpa, que es fruto de ese temor a perder la compostura y a que te tilden de puta.
Relax take it easy, en tu imaginación no vive la policía de la moral y buenas costumbres, no existen las barreras y no te van a juzgar las monjitas del colegio donde te graduaste hace 16 años. Así que es posible tener sexo furtivo en un avión a 30.000 pies de altura… con el piloto, o nadar desnuda en una playa desierta y ser el objeto del deseo, no de uno sino de dos morenos ardientes que ofrecen sus tonificados cuerpos para darte felicidad.
Aunque no soy nada fanática de la trilogía “Cincuenta sombras de Grey”, ni he soñado con el famoso cuarto rojo del excéntrico y tóxico millonario (Así esté más bueno que el pan), reconozco que su éxito radica en haber calado a profundidad, en los deseos de muchas mujeres que se encontraban sumergidas en la cotidianidad y lograron despertar aquellas ganas de explorar el sexo más allá. Bien por las féminas, mal por la verdadera literatura.
Lo afrodisíaco del asunto radica en experimentar aquello que no es común o fácil de concebir en la realidad propia, por ejemplo tener sexo en un lugar atípico o tal vez público, también reside en anhelar a un determinado tipo de persona con el que no se ha estado, algunas soñaran con el alemán de dos metros con ojos grandes y azules, (yo voto por Michael Fassbender) o preferirán como mi amiga francesa revolcarse con un latin-lover de piel canela a lo Mario Cimarro que le diga cosas sucias en español. Los deseos son juegos muy personales, así que cada quien se inventará la historia o el contexto ideal-absurdo para recrear una situación que desencadene en el mejor sexo desenfrenado.
Pero qué sucede cuando la imaginación no es suficiente y buscas la materialización de tu fantasía?
MPR:
Cuando cumples tu fantasía, en ese mismo instante deja de ser una fantasía.
Al debatir el tema y compartirlo en tertulia con amigos y confidentes, me encuentro con confesiones parecidas.
“No es tan rico como parecía”
“Me lo imaginaba más divertido”
“En un trío siempre sobra uno, lo grave es que sobraba yo”
¡Fantasías hay tantas como calzones en el mundo! Y como son fantasías, no importa si son políticamente correctas porque como están en la cabeza no caben las culpas.
Pero lo dicho, lo que puede estropear ese glorioso estado mental de soñar con una fantasía, es que se lleve a cabo y salga patas arriba.
SDB:
Obvio que se corren riesgos cuando se decide concretar la fantasía erótica, tal vez sea una ruleta rusa del sexo, la disyuntiva de imaginación vs realidad, pero no tiene que ser una situación catastrófica. Luego de hablar con algunas amigas y efectuar un foro en donde participaron varias seguidoras del blog, también encontré relatos de polvos que cumplieron las expectativas y además de orgasmos trajeron buenas anécdotas y sobre todo liberación.
MPR:
Me encanta que a la gente se le cumplan sus sueños eróticos, pero déjame hablarte de los casos que resultan mal. Aquí te paso las mejores fantasías rompe-hechizo que me han contado.
Fantasía sexual de hacerlo en una iglesia: A esta amiga simplemente el hecho de ver altares, cirios y caminar por un sitio de culto le despertaba su libido.
(Esta misma lúbrica mujer coqueteaba hasta el infarto con el cura por razones similares, después siguió con las fantasías reptilianas de hacerlo entre serpientes, y por último tuvo fantasías de hacerlo con hombres muy bajitos. Hoy es novia de un enano sadomasoquista)
SDB:
Yo también tengo una amiga que se creía Blancanieves, con decirte que le encanta Tyrion Lannister el de Games of Trones y dice que los bajitos tienen el pene grande, lo importante es que ella tuvo su final feliz y no precisamente con un príncipe azul.
MPR:
Fantasía de hacerlo con muchos tipos y con los ojos vendados: esta mujer soñaba con hacer parte de una gang bang solidaria, pero cuando yo me la imaginaba con toda suerte de individuos que empecé a describirle, cambió lo de los ojos cerrados por un columpio de cuero y lo de la multitud sexual por conocer a un hombre de personalidad múltiple.
SDB:
Como decía Oscar Wilde, “ten cuidado con lo que deseas porque se puede convertir en realidad”, menos mal hiciste que tu amiga cayera en cuenta y antes de presumir en tremenda maratón, lo mejor es que empiece de poquito en poquito, probando con un loco, luego con dos y a medida que tome confianza pase a otros niveles.
MPR:
Fantasía de hacerlo con una actriz porno: Muy frecuente en los hombres y difícilmente materializable, sólo conozco a un amigo que sí la cumplió y que me dijo, “tengo que confesarte que aunque yo sabía que era una conejita de Playboy, era pésima en la cama”.
SDB:
Esa fantasía de la actriz XXX es tan típica del adolescente que habita en ellos, sin embargo algunas féminas no se quedan atrás y sueñan con echarse una faena bien porno con Nacho Vidal. Que la vieja sea un clon de Pamela Anderson y talla 38B no es garantía que sea buena amante, por ejemplo a un amigo le encantan las mujeres bien feas porque según él son más entregadas y complacientes.
El buen sexo no se limita únicamente al físico de la persona sino de más variables, pero cada quien con su fetiche.
MPR:
Fantasía de hacerlo con alguien mucho más viejo o vieja: Removiendo a Freud y la búsqueda del padre o la madre en el sexo, aparecen los que sueñan con alguien que les duplique la edad. Esta fantasía se cumple más a menudo y se sustenta en el erotismo que da la experiencia, representada en los años, las canas, algunas arrugas, el dinero, la popularidad, o el poder que entrañe eso que sólo los años puede aportar.
Ahora se pusieron de moda las MILF (Mother I Would Love to Fuck). Milfs preciosas hay millones. Ahora ser madre es sexy para muchos y es un argumento para que ellas sepan que después de la maternidad se puede estar increíblemente deseable. Las madres, por el mero hecho de serlo, entrañan un valor distinto.
Esa mamá trabajadora, echada para adelante, risueña y que se ve tentadora, empieza a ser apetecible (recuerdan a Sofía Vergara, quien gana atractivo con cada Año Nuevo).
Sin embargo, esta fantasía se le vino al suelo a un conocido, quien me contó su historia con la mamá de su mejor amigo.
La mujer lo citó en un hotel y se puso toda la artillería para una mañana de pasión. Pero lejos de vivir el momento más erótico de su vida, el tipo tuvo problemas de erección.
Sentados en el comedor los tres, los nervios los traicionaron y su amigo le dio la patadita de la suerte. Fin de la historia (aunque él sigue queriendo volver a ver a la mamá de su amigo sin ropa)
SDB:
Yo por el contrario tengo las situaciones de algunas amigas veteranas que han cumplido su fantasía de tirar con alguien menor y están radiantes por las dosis de colágeno que reciben, pues les ha ido divinamente con los pollitos o toy boys, que compensan su aparente inexperiencia con el ímpetu, los abdominales y las energías que da la juventud.
MPR:
Fantasías de cuero: Los tacones, los látigos y las fustas son artículos que pueden hacer trabajar la imaginación de los amantes. El que quiera juego, que los pruebe y que aumente su menú sexual. Conozco una pareja de más de setenta años que lo practica y que admite tener una vida sexual apabullante, y ella, entre otras cosas, está en clases de Pole Dancing.
Pero en el otro caso, está la historia del neófito en BDSM: (Bondage/Dominación/Sadomasoquismo)
Se compró todo el atuendo que creyó necesario y se metió en una fiesta para amantes del Sadomaso. El tipo creyó que eso consistía en dar golpes sin venir a cuento, sin respetar ninguna regla. Terminó fuera de la fiesta y vetado de forma vitalicia.
SDB:
Aunque es medio soft y algo así como pequeñas perversiones para dummies, conozco a varias que lograron montarse en la película y se transformaron en la versión criolla de Anastasia Steele, pese a que no pudieron conseguir un ejemplar similar a Cristian Grey (por obvias razones), siempre hubo algún amante latino-ardiente dispuesto a someterlas y a jugar con las cositas básicas del BDSM como vendarlas con una corbata gris o esposarlas a la cama.
MPR:
¡Bien por todo lo que signifique disfrute!, pero en honor a los amigos que tengo en la comunidad BDSM, debo decir que vendar con una corbata o poner esposas de peluche no es más que un juego de cama para principiantes, y que lo otro es un universo sicológico de una profundidad que no se compra con kits ni con libros de consumo masivo.
SDB: Anótate un punto María Paz, no obstante por algo se empieza, de lo light a lo más guarro, sino les puede pasar como a tu amigo que por andar de entusiasta lo vetaron.
MPR:
Fantasía con la vecina, o con el amigo de tu hermano: Tan típica como la bandeja paisa. El coqueteo con estos personajes suele ser muy estimulante. Todos alguna vez hemos tenido una fantasía de estas, y suelen dar subidones de autoestima y alguna risa cómplice pasados los años. Si la cosa prospera, entonces deja de ser fantasía y se transforma en lo que llamo sexo casual, porque qué casual que ella viva tan cerca, o que él venga tanto por mi casa a preguntar por mi hermano cuando no está.
Si se materializa, pidamos para que sea un maravilloso sexo casual. Si no, pidamos volver al preludio erótico que le daba la fantasía.
SDB:
Para evitar el asunto de verle nuevamente la cara o la preocupación de si se rompe o no el delgado lazo de tensión sexual, se puede recurrir a la fantasía de acostarse con un desconocido. Conocer en un bar al tipo sexy del que apenas sabes su nombre, coquetear de manera abierta y descarada, para luego revolcarte sin presiones ni prejuicios disfrutando del momento, y al día siguiente cada quien sigue su camino.
MPR:
“Permíteme soñar con tu boca, con tus ojos y con el cuerpo de tus palabras, no me dejes confirmar si todo lo que sueño es tan bueno como mi imaginación me dicta”.
SDB:
En definitiva hay deseos exhibicionistas o secretos, clichés o exóticos, con altos grados de lujuria o sentimentales, de fácil realización o producciones casi hollywoodenses con libreto, reparto estelar y efectos especiales. De cualquier modo son más placer que culpa y hay que dejarlos que vuelen libres por la mente, ya que permiten el enriquecimiento de la vida sexual tanto para los que alimentan inofensivas utopías como para los que se arriesgan a cristalizarlas.
¿Y cuál es tu fantasía sexual?
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María Paz Ruiz. Próximamente publicará un libro de entrevistas sexuales con Intermedio Editores en Colombia.