Si yo fuera

Publicado el José Ricardo Mejía Jaramillo

Feliz cumpleaños maestro Jota Guillermo Escobar Mejía

Por José Ricardo Mejía Jaramillo

Su orgulloso discípulo

“Cuando un hombre es de oro, no busca oro.”

Richémoi

 

El maestro Jota Guillermo es el hombre más auténtico (alejado de cualquier vanidad), generoso (da aún sin tener), inspirador e íntegro que conozco. Primero lo conocí como profesor de Ética y Oratoria en la Facultad, luego como abogado y jefe (es el único que aceptó haber tenido), en el Consultorio Jurídico de la Universidad de Medellín y después de los años he tenido el privilegio de ser su amigo.

Jota Guillermo Escobar Mejía nos enseñó a ser sinceros, sencillos, honestos, generosos, solidarios y comprometidos con la justicia social, a ser abogados con capacidad de estremecernos ante el dolor humano y mantener la capacidad de indignación ante las infamias provenientes de cualquier poder. Nos enseñó a ser abogados íntegros, coherentes y con alegría.

El maestro Escobar es un extraordinario orador, capaz de hipnotizar con su elocuencia a todos los auditorios, siempre ha tenido como virtud la coherencia entre el pensar, el decir y el hacer. Hablando en público su sencillez y autenticidad brillan dándole fuerza inconmensurable, tornándose invencible y arrollador con su discurso.

Con esas dotes de eximio orador, con la bondad que siempre lo ha caracterizado y habiendo sido diputado a la Asamblea Departamental de Antioquia, a muy temprana edad, hubiera podido llegar muy lejos (como suele decirse), pero él prefirió ir mucho  más allá, para sembrarse en la memoria y el corazón de los jóvenes estudiantes de Derecho de la ciudad de Medellín.

Tuve la fortuna de tener varios maestros y un grupo muy bueno de profesores en la Facultad, pero a todos los vi siempre animados por su ego jurídico, la búsqueda del oro y las vanas glorias, para colmo, nosotros repetimos la historia, fuimos también presas fáciles de ese mismo ego, las ambiciones personales, la búsqueda del oro y las vanas glorias, olvidando servir, defender y reivindicar a los más humildes a través del buen ejercicio del Derecho y la Política.

Es más fácil conseguir riqueza para uno que justicia para lo más necesitados, más fácil apostarle a un proyecto individual que a uno colectivo, ese ha sido el mundo hasta hoy, y por eso, se hace más grande en mi memoria y en mi corazón, la imagen del maestro Jota Guillermo Escobar Mejía, arando en el desierto o parodiando a Borges, “Edificando como si fuera piedra la arena.”

Maestro Escobar, en este homenaje que le hace El Espectador por su cumpleaños, quiero darle mis más sinceros agradecimientos en nombre de todos esos alumnos que usted tuvo, por su buen ejemplo, coherencia e integridad, porque hoy sabemos, a ciencia cierta, que usted tenía razón cuando nos advirtió que el Derecho y la Política tienen que estar al servicio de la justicia y la equidad social, y también, en que la vanidad personal iba a ser el enemigo a vencer.

Quiero ofrecerle disculpas maestro, por no haber hecho la tarea de acuerdo a su manual, por haberme extraviado y por dedicar mi existencia (¡y como se dice de fácil!), a buscar la felicidad en proyectos individuales de auto complacencia, y no en proyectos colectivos que ayudaran a construir paz y equidad social para los de abajo, y darle un más elevado sentido a mi vida.

Esos agradecimientos quiero hacerlos extensivos a doña Luz Elena, su esposa, su Penélope, a sus hijas y a sus nietos, por todo el tiempo que estuvieron privadas de su mágica presencia, mientras se ocupaba de mostrarnos un horizonte de responsabilidades espontáneas que nos pusieran a salvo de nosotros mismos.

Por último, maestro, quiero desearle salud y alegría en el corazón para usted y los suyos, hoy y siempre, hasta la quinta generación, lo que hizo, así lo amerita.

Tenga la seguridad doctor Escobar que si el cielo de los cristianos existe, cuando usted desee partir, habrá allí un grupo de amigos muy selecto, con su hermano Antonio y Jesús María Valle Jaramillo a la cabeza, esperándolo para que lo presida.

¡Aplausos maestro, muchos, muchos aplausos y todos de pie!

 

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