Se lo presto si me lo devuelve

Publicado el prestosidevuelve

Esta es la historia de un conversatorio sobre el amor y es pura conjetura

Hablaban sobre el amor. En la literatura el amor se palpa, y entonces, fue ese el tema del que decidieron hablar 4 escritores en el marco del Hay Festival. Sin embargo, cuando llegué al lugar del conversatorio no me encontré con hombres y mujeres de libros en mano; el público, sin duda, no era lo que yo había imaginado. Me di cuenta, entonces, que hablar de amor ya es trillado y aburrido para algunos y que, al parecer, para tocar el tema, los interesados (no digo lAs para no generalizar) son, justamente, quienes están viviendo el desamor o quienes, en su defecto, hace rato dejaron de creer en el amor pasional y lleno de deseo, que, en mi concepto, es finalmente, el verdadero amor.

Era pues, la mayoría del público, mujeres que pasaban los 45 años. Y que, haciendo suposiciones, estaban en un estado civil indescifrable.

– Estado Civil indescifrable: Es separada, búsqueda de un marido. O casada, pero con frustración por no ser soltera. Es viuda, pero disponible. O soltera pero desesperada.

Habían llegado a Cartagena (sigo con conjeturas) luego de que sus esposos (algunos vivos, otros ocupados, otros invisibles) les “facilitaran” la plata para ir al Hay Festival y para, después de haber asistido a todas las conferencias, quedara plata para “invertir” en el casino y para gastar comiendo en los mejores restaurantes de la heroica.

Es curioso que en una conferencia entre escritores de literatura hubiera tantas mujeres en grupo y que las preguntas del final hayan desviado la conversación hacia el tema de la superación personal y los libros de autoayuda que son, (conjetura) los que leen aquellas mujeres que ese día asistieron al encuentro.

Estuvieron de acuerdo con Fernando Quiróz que aseguró que “las mujeres que permanecían eran las amadas”, pero luego casi saltan de su silla cuando Rosa Beltrán aseguró que “el matrimonio es tan pesado que se necesitan tres para sobrellevar la carga”. Muchas se sintieron bellas cuando entre los escritores se decía que “la belleza es una cosa que desespera”, otras, por el contrario se cuestionaron cuando se habló del cansancio, de la cobardía y de lo “perfectos que nos volvemos en huir más que en permanecer”.

Al final entonces, luego de que termina la conferencia se abren los abanicos. Las mujeres discuten, reafirman y toman decisiones apresuradas que no cumplirán, pero que prometen mantener.

Esta es la historia de un conversatorio de amor en el Hay Festival. Ah! Y es pura conjetura.

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