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Mauricio Rodríguez, el brillante médico oncólogo que murió de cáncer a los 40 años

Profunda tristeza causó en Pasto, Nariño y el suroccidente la partida del profesional al que todos admiraban y querían. Fue un líder, un innovador, un emprendedor y un visionario de la medicina, que creó instituciones y atendía a sus pacientes con nobleza y amor. Semblanza.

Por Laura Cortez Palacios, de redacción de Fundación Color de Colombia.

El cáncer es una de las enfermedades más temidas. En Colombia, dos millones de personas fueron diagnosticadas con este padecimiento el año pasado, por lo cual la oncología es una especialidad médica de vital importancia en nuestro país.

Edwin Mauricio Rodríguez Pabón

En medio de la guerra contra esta enfermedad, Edwin Mauricio Rodríguez Pabón fue un oncólogo nariñense que dedicó su vida al tratamiento del cáncer. En el 2018, en todo el departamento de Nariño solo él y dos colegas eran especialistas en el área. Pareciera imposible de creer ya que las cifras de cáncer en la región son elevadas.

Por cruel ironía de la vida, finalizando junio del 2021, Mauricio falleció con tan solo 40 años, debido a la misma enfermedad que combatió ferozmente en sus pacientes.

Su formación en Pasto y en Argentina

Nacido en Pasto en 1981, cursó en su ciudad natal la primaria, en la Escuela Domingo Savio; la secundaria en el Instituto Técnico Superior Industrial Nacional, donde se distinguió por ser un estudiante dedicado y responsable.

Su padre, Alberto, un administrador de empresas oriundo de La Tola, Nariño, y su madre, Amparo, ama de casa nacida en Pasto, le dieron la mejor educación posible llena de amor y de valores. Siempre lo apoyaron en su deseo de ser médico y le fomentaron una conciencia social y humana que siempre lo caracterizó en su trabajo.

En 2003, con esfuerzo y dedicación se graduó como médico en la Universidad Cooperativa de Colombia, sede Pasto. Dos años después se casó con la doctora Martha Janeth Sosa, con quien formó una familia ejemplar.

Se trasladó a Argentina en 2007, donde se especializó Medicina Interna en el Hospital Británico de Buenos Aires. Luego, en 2011 ingresó a la subespecialización de Oncología Clínica en el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires.

Después de tres años con arduo trabajo, realizó una especialización en Investigación Clínica en la misma alma mater. Al terminar estas etapas de formación, a diferencia de otros grandes profesionales, volvió a su ciudad.

Se desempeñó desde finales del 2014 como médico internista en las clínicas Corposalud e Hispanoamérica de Pasto. Sus colegas y pacientes siempre vieron en él a un profesional dedicado y presto a ayudar.

Y seguía estudiando: en el 2020 el Instituto Universitario del Hospital Italiano de Buenos Aires lo graduó como Magíster en Investigación Clínica.

Creó instituciones que hicieron diferencia para los pacientes  y colegas 

Tras su regreso a Colombia inauguró dos salas oncológicas en Ipiales, Nariño, donde se realizan quimioterapias en pacientes con cáncer. Antes de eso, los pacientes debían trasladarse a ciudades grandes para recibir tratamiento.

En el año 2016, fundó y fue elegido presidente del Instituto Latinoamericano de Investigaciones Oncológicas (Ilios Group), con sede en Pasto, en el cual se prestan servicios oncológicos innovadores de la mano de la telemedicina y también se forman profesionales de la salud.

Dos años después fundó y fue elegido presidente de la Sociedad de Especialidades Oncológicas, con sede en Pasto. Con Ilios Group inventó a ‘SAMYT’, uno de los primeros robots de telemedicina en Colombia, que sigue en uso en zonas alejadas del país como Mocoa, Putumayo.

Ese mismo año, cargado de metas cumplidas y éxitos, recibió el Premio de Innovación Empresarial otorgado por la Cámara de Comercio de Pasto.

Mauricio Rodríguez Pabón, su esposa Martha Janeth Sosa y sus hijos Juan Felipe, Martina (izq) e Isabella.

Vocación docente y reconocimientos

Títulos, éxitos, reconocimientos y prestigio no eran su propósito de vida. Su entereza, conocimiento y amor por su profesión y sus raíces debían transmitirse de diferentes maneras en su propia ciudad y región.

En el 2015 incursionó como profesor universitario de la Facultad de Medicina de la Fundación Universitaria San Martín. En 2017 decidió enseñar para la Universidad Cooperativa de Colombia, donde ayudó a formar a jóvenes médicos integralmente y dejó huella en las mentes y los corazones de sus colegas .

En el año 2018 fue galardonado con el premio Afrocolombiano del Año en el sector Salud, otorgado desde 2010 por El Espectador y la Fundación Color de Colombia.

En su discurso propuso que todos los profesionales donaran una hora de su tiempo por mes a compartir experiencias y conocimientos a través del programa de telepresencia para los colegios y comunidades de afrocolombianos, indígenas y campesinos que se encuentran en las regiones más apartadas y vulnerables del país “con el fin de construir un país más justo, equitativo y en paz.”

Un líder de opinión y de servicio del gremio médico

Mauricio, como profesional de la salud, en medio de la dura crisis global que ha tenido tan fuerte impacto en Colombia, lideró comités tecno-científicos para la toma de muestras de Covid-19 y buscar respuestas sobre el incremento de casos en el departamento de Nariño.

Además, resaltó el peligro del virus en personas con enfermedades preexistentes afirmando que “en tiempos de Covid-19, el mayor incremento de la mortalidad en Colombia no va a ser por esta enfermedad sino por complicaciones de enfermedades comunes”.

Con la pandemia por el Covid-19, fueron descuidados pacientes con enfermedades crónicas como el cáncer, su área de experticia. Por eso su personalidad inquebrantable hizo un llamado a la comunidad médica: “en tiempos de Covid, no olvidemos que el cáncer también existe”.

Desde el inicio de su carrera tuvo como objetivo ayudar a los demás. Cuando cursaba sexto semestre de medicina advirtió que sólo había un oncólogo en su departamento. Por esta razón, decidió especializarse en este campo, pues Nariño tiene unos altos índices de cáncer, principalmente gástrico.

Gracias a la labor de Mauricio y de ILIOS Group, con el apoyo de Maritza Moncayo, primera dama del departamento, y de la doctora Mabel Orobio, gerente del eje municipal de La Tola, Nariño, cientos de vidas fueron salvadas en los municipios más vulnerables de la costa nariñense.

Luchaba por la mejora de la calidad de vida de personas en etapas terminales de la enfermedad.

El cáncer ataca a un enemigo feroz y noble

En el 2021, sin sospecharlo, el cáncer tocó a la puerta del doctor Rodríguez y su familia. Un agresivo linfoma fue detectado en su cuerpo afectando gravemente su salud.

Durante semanas, de la mano de su esposa, familia y amigos luchó contra la enfermedad. Sin embargo, su cuerpo no soportó el tratamiento y el 25 de junio, sus seres queridos lamentaron la partida de este querido médico, amante del fútbol, el baile y la alegría.

Mauricio fue “un médico que lo único que deseaba era el buen morir de aquellas personas que sufrían por sus enfermedades terminales. Un ser que quiso para el departamento de Nariño un mejor sistema de salud, por lo cual hasta el final siempre luchó, un ser tan hermoso que siempre brillará con luz propia”. Así lo recordará Óscar Cerón, médico cirujano y amigo cercano.

La comunidad expresa su dolor

La partida del doctor Edwin Mauricio causó profundo impacto. Diversas instituciones de salud y colegas expresaron sus condolencias.

El alcalde de Pasto, Germán Chamorro de la Rosa, lamentó el fallecimiento del médico. Fue un “destacado ser humano y profesional por su interminable labor de velar y proteger la salud de los pacientes de nuestra región”, dijo.

La directora del Instituto Departamental de Salud de Nariño, Diana Paola Rosero, expresó su dolor “con mi sentida voz de condolencia a sus familiares y personas cercanas”.

Para su hermana, Catalina Rodríguez, Mauricio fue “una persona amorosa, con una sonrisa hermosa y contagiosa, un bailarín espectacular. Un emprendedor incansable, cuyos proyectos siempre fueron en pro de la comunidad”.

El legado del doctor Rodríguez a sus hijos: Juan Felipe, de 13 años; Martina, de 8, e Isabella, de 6, es el amor a los demás, que junto a su esposa siempre les inculcó; además de la disciplina y el compromiso que siempre lo caracterizaron.

Pasto, Nariño, Colombia y el mundo han perdido un gran médico y a un ser humano excepcional.

Aunque el doctor Mauricio perdió la batalla contra el cáncer, su tenacidad y liderazgo quedarán por siempre en el corazón de su familia, colegas y pacientes por quienes trabajó con entrega y lo recordarán por conocer no solo sus dolencias físicas, sino también sus corazones.

*Trazador misional de esta publicación de Fundación Color de Colombia: Línea estratégica 1: Reconocimiento e integración. Iniciativa: Memoria histórica y social. Proyecto: Obituarios.

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