Reflexiones desordenadas: Un paisaje colombiano llamado feminicidio

Ana María Castro Romero -AsesinadaEstudiante de psicología y Maquillaje profesional, en el momento que decidieron arrebatarle la vida, ella se encontraba  en la ejecución de un proyecto para su desarrollo personal.

Como miles de mujeres en el mundo las colombianas promedio vamos por ahí buscando una oportunidad para apoderarnos de nuestra realidad en todos los aspectos y así brillar con luz propia.

La mayoría de Colombianas tenemos que someternos a jornadas extenuantes en varios oficios mal pagos y lo hacemos porque es nuestra única opción para lograr las herramientas que nos brinden poder sobre nosotras mismas.

Al final del día es lo que toda mujer sueña. Poder habitar el mundo en sus términos, como lo decide y sin miedo.

Es increíble que una vida putamente libre sea solo un ideal anhelado y que en la realidad solo tengamos la posibilidad de una vida putamente miedosa.

  ¡Sí! Ser mujer  es aún  factor de riesgo sin importar quienes seamos “bonitas” o “feas” para varios hombres de la sociedad actual, nuestras vidas son útiles solo para  usarlas como recreación y desecharlas al igual que artículos de uso desechable.

Sé que es más cruel cuando se trata de mujeres sin agenda y agencia propia, aun así, al final del día el gran paisaje de los feminicidios son  bosques  con arboles de   mujeres y niñas hechas cadáveres  arboles de diferentes edades en todos los estratos sociales, culturales, políticos, económicos y psicológicos.

Y no importa si somos mujeres liberales o conservadoras correremos el mismo riesgo siempre por confiar.

Seremos juzgadas y revictimizadas por vivir la vida en nuestros términos.

Aun cuando muchas personas insisten en decir que “damos papaya porque no elegimos bien los hombres con quienes nos relacionamos”. Lo cierto es que sobran los cuestionamientos sobre nuestra moral sexual o “comportamiento” social.

No dejo de pensar en cada madre a quién un feminicida le arrebató a su hija y clama diariamente por justicia.

El caso de Ana María Castro Romero fue mediático como tantas otras historias de feminicidios que después de conmover al país por semanas y meses se convierten en una cifra más del paisaje de los feminicidios en Colombia.

Según narra su madre, la señora Nidia Romero.

 

Nidia Romero junto a su hija

Su hija sale de casa el 4 de marzo a verse con amigos, se encontraron   en un bar conocido como “La Cantina” el cual esta  ubicado en la zona norte de Bogotá.

Su hija sale de allí en el carro de uno de ellos, dos de los tres eran considerados por su hija como amigos (Paul Naranjo y Mateo Reyes) este último iba con ella en la silla trasera y el copiloto (Julián Ortegón) era amigo de Paul.

Doña Nidia narra explicando una y otra vez porque siente que no hay justicia en el caso de su hija:

“La verdad procesal que se maneja de acuerdo a las pruebas presentadas por la fiscalía (más de 100) ella es lanzada del carro en movimiento, la necropsia dice que Ana María es golpeada en dos momentos diferentes que se supone una es dentro del carro por desconocidas razones, al parecer recibe golpes en la cabeza que le producen muerte cerebral por la fuerte condición de dichos golpes y la segunda al ser tirada del vehículo.

Después de casi un año, hubo capturas de Paul y Julián, ¡Mateo nunca fue vinculado al proceso ! sigo sin entender  el ¿por qué?

Fue un largo juicio  y finalmente en diciembre del año 2021 se dice en la audiencia que el fallo es condenatorio y en ese mismo momento empiezo a recibir amenazas de muerte por Instagram en la página creada por mí, en la búsqueda de justicia @soy_anamariacastro, en febrero del año 2022 la audiencia de lectura de fallo los condena por feminicidio agravado a 500 meses de prisión y ellos interponen el recurso de apelación a manos del tribunal, donde se supone que solo va a una revisión. Luego de un poco más de año y medio sale el fallo y se cita el 26 de septiembre a una nueva audiencia de lectura de fallo por su parte en dónde el magistrado Mario Cortes Mahecha aclara que es homicidio agravado y baja la condena a 400 meses de prisión, a su vez el abogado Abelardo de la Espriella quien había tomado este caso mediático en su modalidad pro-bono me dice que hasta ese momento me acompaña.”

“Gracias a Dios aparece el Dr. Francisco Bernate, experto en casación y muy preparado, quien me propone seguir con el caso en la misma condición y también interponemos recurso de apelación ante la corte suprema de justicia. El plantón que se llevará a cabo primero que todo es mostrar el total desacuerdo con este absurdo al cambio de imputación y la solicitud de que se tipifique, de manera correcta y claro, visibilizar como es que opera la justicia. Pienso que este sistema es machista en absoluto, la fiscalía no se ha pronunciado y me pregunto ¿por qué? Siendo ellos creados para estas labores como permiten que se cambie un fallo en dónde su investigación, la del equipo de la Espriella y la mía propia desde el día uno, ¡sencillamente cambia y nadie dice nada! Mar a mí me tocó vivir esta situación sin escogerla y a pesar de sentirme desorientada por la muerte de mi hija, volverme investigadora y hacer el trabajo que era de la fiscalía, buscar croquis, personas, cámaras, documentos. Lo hice movida por el amor hacia mí, hija, y no puedo creer esto que sucedió, por eso digo que más que una bofetada fue una patada en la cara de este sistema judicial”

“El plantón (martes 24 de octubre 3 p.m. bunker de la fiscalía)se llevará a cabo primero que todo para mostrar el total desacuerdo con este absurdo al cambio de imputación y la solicitud de que se tipifique de manera correcta y claro, visibilizar como es que opera la justicia. Pienso que este sistema es machista en absoluto, la fiscalía no se ha pronunciado y me pregunto el ¿por qué? Siendo ellos creados para estas labores como permiten que se cambie un fallo en dónde su investigación, la del equipo de la Espriella y la mía propia desde el día uno, ¡sencillamente cambia y nadie dice nada! Mar a mí me tocó vivir esta situación sin escogerla y a pesar de sentirme desorientada”

Manifestación ciudadana este martes Colofón:  Tengo el deber ético de respaldar a todas las denunciantes de feminicidios o cualquier tipo de violencia machista.

Las denuncias aquí hechas están a cargo de las fuentes. Yo no soy juez ni testigo. Este es un espacio desde el periodismo para el desarrollo humano dedicado a los temas de justicia social  y como feminista Artesanal no puedo ni debo  negarle a las mujeres el eco de mi voz.

Invito a acompañar a Nidia Romero en este clamor para que en Colombia los feminicidios sean tratados como tal y el debido proceso siempre sea garantizado.

Espero que esta madre encuentre algún tipo de consuelo y justicia.

El eco de mi voz no debe ser considerado como un testimonio o acusación a presuntos responsables.

 Solo significa que me niego a ver las muertes de las mujeres a manos de hombres que decían ser sus amigos o amarlas como si se tratara de un paisaje más.

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