Murmullo y exilio

Publicado el dlzitro

1001 Razones por las que…

Estoy aburrido de pertenecer a una generación incapaz de leerse un texto con introducción, trama y desenlace. De ver todos los días artículos sobre las 10 cosas que debo hacer, los 25 mejores consejos y las 17 peores situaciones, como si fuera incapaz de concentrarme en una sola idea, desarrollarla y sacar conclusiones al respecto.

El tema acá no es importante. Si se habla sobre la crisis a los 30, los diálogos de Paz en La Habana, o la nueva imagen de Miley Cyrus, me gustaría ver más artículos desarrollando perspectivas y menos listas de elementos comunes de identificación social e imaginarios colectivos. ¿Cuándo comenzaron a creernos los medios incapaces de analizar un tema? Y peor aún, ¿cuándo comenzamos nosotros a preferir las cosas fáciles de entender y las opiniones compartidas?

Estoy preocupado por ser parte de una generación en la que los problemas de concentración se resuelven atacando los síntomas y no las causas. Una generación bombardeada por información e imágenes que ha generado relaciones de codependencia con los objetos tecnológicos, y crece cada vez con menos tiempo y capacidades de introspección y análisis. Yo me indigno con las respuestas de algunas reinas de belleza, pero tampoco creo poder resolver grandes dilemas bajo presión o en 10 easy steps.

Hacemos parte de una generación en la que se vive al mismo tiempo online y offline. En el segundo caso, el cómo nos presentamos en redes sociales e interactuamos en las mismas se ha convertido no solo en nuestra forma de exposición frente a la comunidad, sino también en nuestro mecanismo de aceptación y reconocimiento. Por eso es tan fácil leer y compartir artículos escritos en listas con las que el público tiende a sentirse identificado; porque los comentarios elogiados por las masas son siempre más fáciles de tragar que las opiniones controversiales.

Al hablar del amor líquido, Zygmunt Bauman reconoce la interacción de la postmodernidad como un tipo de relación interpersonal con tendencias cada vez más fugaces y menor compromiso. Así, la falta de solidez y la superficialidad de las interacciones en redes sociales protegen a los individuos del rechazo y es cada vez más difícil encontrar parias dentro de nuestros conocidos, sobre todo si podemos decidir el curso de una relación humana con un click.

Es por esto que estoy aburrido de ver como los temas más importantes -y los menos relevantes también- son presentados mediante listas con memes y frases cortas que buscan desesperadamente aceptación. De recibir la información masticada y escrita para que me sienta identificado.

El amor, la política, los problemas de identidad y hasta las repercusiones que tuvo la sobre exposición al escrutinio público de una adolescente gringa son temas que merecen un poco más que una decena de frases con las que la mayoría pueden sentirse relacionados.

-Daniel Peña O/ Laura Delgado O

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