Cada aventura puede ser una buena historia.
Que nos agarre el día de amor y amistad solteras, puede ser triste y algo deprimente; recibir regalos y rosas por parte de nuestras amigas o padres; que el único plan sea salir a comer con ellos y posteriormente regresar a casa para desahogarnos, viendo películas románticas y postear en facebook cuanta cosa se nos ocurra, mientras nos devoramos un litro de helado: no es para nada entretenido.
Quizás, porque tenemos una pelea cazada con cupido y el amor se desentendió de nosotras, hace un buen tiempo…Pero ¡ánimo chicas!, aún hay alternativas para pasarla bien, mientras llega ese amor que tanto buscamos. Les hago esta pregunta: ¿por qué no salir con ese amigo, que tiene buen sentido del humor,que no está nada mal físicamente, y hemos rechazado tantas veces por temor o morronguería?.
Déjenme explicarles esto con una historia real de amistad escarlata:
Ana y Sebastian
Hace cinco años, Ana conoció a Sebastian: su amigo con derechos permanente. Ella decidió mantener esta relación no relación con él,porque estaba cansada de conocer hombres que resultaban ser un completo desastre como novios y amantes.“Mejor bueno conocido que malo por conocer”,pensaba Ana.
Ana y Sebastian, tuvieron su primera cita en el centro de Bogotá, un viernes a las seis de la tarde; día en que el erotismo se puede palpar en el aire. Sebastian, llegó acompañado de su típica barba clásica, una camiseta blanca leñadora y unos vaqueros negros con zapatos converse.Hasta ese entonces, Ana estaba acostumbrada a salir con ingenieros bien vestidos y aburridos, como las cortas relaciones que sostuvo con este tipo de hombres.
Así que cuando ella vio a Sebastian se asustó y descartó de inmediato salir con él o considerarlo como prospecto para novio. Aprovechando que era una cita a ciegas, Ana se fue y caminó una cuadra, volteó para observar nuevamente a Sebastian, pero una voz interior le repetía que fuera hacia él, así que se regañó a sí misma por ser tan superficial;al fin y al cabo sólo se tomaría unos tragos con él y luego se iría a casa. Ana decidió seguir su intuición, regresó, le tendió la mano con una sonrisa, mientras el le sostenía la mirada y se presentaron mutuamente.
Caminaron un par de cuadras y entraron al bar preferido de Ana, donde pidieron un par de cócteles. Sebastian, le contó a ella que estudiaba idiomas, hablaba italiano, ingles y alemán, el idioma que más enloquecía a Ana era el alemán, pues él tenía ese acento único al hablar. A Sebastian le gustaban los casinos, le cerveza y la antropología. También era ateo, pero esto nunca le importó a Ana; pese a que profesa el catolicismo.
Con el paso del tiempo, compartieron sus gustos por la lectura filosófica y antropológica; veían las mismas películas de ficción, y disfrutaban de los momentos de amistad y sexualidad entre ellos dos. Sebastian siempre ha sido hábil para hallar los puntos G de Ana, es el único hombre que le ha provocado orgasmos reales, así sea por medio de conversaciones pornográficas en skype. El sexo entre ellos dos siempre ha sido irreal, así lo describe Ana.
Es paradójico que la única vez que ambos se separaron, estuvieron más unidos que nunca; pues Sebastian viajó a Alemania y se quedó nueve meses en ese país; sin embargo,todos los días hablaban y se echaban de menos.A su llegada a Colombia, se encontró con que Ana estaba comprometida con otro hombre, y sufrió por no tenerla a su lado por primera vez. Ana, convencida de que se casaría con su novio, se resistió al romance innato de Sebastian, a su sensualidad y pasión. Algo de lo que aún se arrepiente. Por otra parte, su relación con su prometido no duró más de un año, pues él la abandonó por alguien más.
Aunque Sebastian sólo una vez le dijo a Ana que la amaba y nunca más volvió a hacerlo, ella es feliz, y no espera nada más de lo que él pueda darle. Actualmente Ana vive a 20 horas de la ciudad de Sebastian y utilizan las herramientas tecnológicas para comunicarse, ella espera día y noche a que su amigo con derechos, la visite un día inesperadamente…¿se atreverá Sebastian a hacerlo?
Fin.
Muchas veces millones de declaraciones no significan nada a comparación de una confesión verdadera; las relaciones “estables” pueden ser más peligrosas que una simple amistad con derechos, y la soltería puede convertirse en sinónimo de felicidad, si decides vivirla de esa manera; de lo contrario será un martirio. La soltería, al igual que la edad, hay que saber portarla con clase y dignidad.
REGLAS DE LA AMISTAD CON DERECHOS
1. Ambos deben ser solteros. Pues el sentimiento de culpa no los dejará en paz y correrán el riesgo de perder a sus parejas.
2. Deben ser conscientes que no se pueden enamorar.
3. La atracción física debe ser muy fuerte entre ambos.
4. Sólo se puede tener un amigo con derechos a la vez.
5. Es aconsejable elegir un hombre con quien se disfrute hacer otro tipo de planes.
6. El físico no es lo único que cuenta, elijan alguien que las desafíe mentalmente y les haga reír.
Disfruta del viaje mientras vas en busca del verdadero amor. En cualquier parada, podrías encontrarlo sin darte cuenta.