Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

WIMBLEDON

Como el presente blog no trata de un asunto en particular, sino de especulaciones varias, se me ocurre hoy hablar de tenis condimentado con cine. Acaba de terminar una nueva versión del legendario torneo de Wimbledon, el cual para los amantes del tenis representa posiblemente la cumbre máxima de ese deporte. Un episodio memorable del campeonato de este año, me hizo recordar cierta película que lleva por título este nombre.

La película en mención, es una comedia romántica del año 2004 protagonizada por Kirsten Dunst y Paul Bettany, que cuenta la historia de un tenista británico en proceso de retiro, el cual aunque nunca llegó a los primeros puestos del ranking mundial fue animador constante con un nivel regular, intentando mantenerse de manera decente pero sufriendo la avalancha de jugadores más jóvenes, ágiles y contundentes. Al tratarse de una comedia romántica, obviamente hay amor incluido que distrae las interesantes reflexiones del maduro tenista, quien tiene la gran oportunidad de destacarse en su particular canto de cisne en la final del torneo inglés. Deseo relacionar este filme con un momento del torneo real.

A esta altura del presente artículo, el ocasional lector pensará que me refiero a la actuación de Andy Murray, tenista escocés que logró el título, después de setenta y siete años de sequía para los británicos en la instancia final de Wimbledon. Murray si llega a confirmar su actual nivel en otras superficies, podría llegar a ser número uno del mundo, lugar que en los últimos tiempos han monopolizado Novak Djokovic, Rafael Nadal y el inmenso Roger Federer, el mejor de la historia, quien a pesar de la edad y de la desventaja atlética con respecto a sus rivales, sigue siendo un reloj suizo puntual.

Pero no, no voy a centrarme en el campeonato de Murray. La verdad, quiero destacar a una chica que enamoró a los seguidores del torneo, no sólo por su juego sino por su personalidad. Se trata de Sabine Lisicki, jugadora alemana que ha tenido una carrera de altibajos en parte por lesiones. Lisicki será recordada en Wimbledon por haber eliminado a Serena Williams, a quien todo el mundo daba por campeona anticipada. Williams perdió toda su serenidad ante una jugadora que mantuvo su fe intacta en todo momento, aprovechó el desconcierto de su competidora y lució un saque formidable. Cualidades que no aparecieron en la final ante la francesa Marion Bartoli, a la postre campeona.

Sabine Lisicki a pesar de la derrota en la final, tuvo su juego soñado, al vencer de manera clara a la número uno del mundo, pero sobre todo los espectadores quedamos encantados con su forma de ser, pues durante el juego se permite sonreír, es amable con las personas a la hora de los autógrafos y expresa sus sentimientos, como el inatajable llanto que amenazó con inundar el césped de Wimbledon. Sabine, a diferencia del protagonista de la película citada anteriormente tiene la ventaja de la edad, esperamos que la vida le otorgue justa revancha.

Esto para recordar que el tenis colombiano goza de buena salud. En el ranking de individuales Santiago Giraldo, Alejandro Falla y Mariana Duque se ubican en sus respectivas asociaciones dentro de los cien primeros es decir en la élite del tenis mundial, así como Juan Sebastián Cabal y Robert Farah en la categoría de dobles.

Después de Argentina, Colombia muestra los mejores resultados en América Latina, porque para información de los consuetudinarios críticos de nuestros tenistas, es importante destacar que ellos siempre hacen presencia en los grandes torneos, en donde solo llegar a primera ronda es un hecho destacable y si seguimos el camino correcto, algún día una raqueta nacional disputará grandes finales. Debe hacerse el justo reconocimiento a Colsanitas, entidad que ha llevado de la mano al talento tenístico colombiano.

Hubo un torneo de tenis llamado Wimbledon, una película del mismo nombre, ambos muy recomendables y un breve artículo de opinión que ojalá algún lector generoso pueda recomendar.

Dixon Acosta Medellín

@dixonmedellin

P.D.: Para ser consecuentes con este espacio, deberíamos tener un gran torneo de tenis en la arena.

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