Colombia en el Cómic Internacional, edición especial.   ¡Extra, Extra! Mortadelo y Filemón en Colombia.

…Proseguimos con nuestra serie de menciones de Colombia en el cómic internacional, luego del capítulo sobre espías en nuestro país que puede leerse aquí: https://blogs.elespectador.com/actualidad/lineas-de-arena/colombia-comic-internacional-xxxv-espias-colombia

Lo que ignoraba es que nos habían faltado dos legendarios agentes secretos españoles, Mortadelo y Filemón, quienes estuvieron de incógnito en Colombia, pero la operación fue tan discreta que nadie se enteró, tuvimos que recibir la triste noticia del fallecimiento de su autor, el Maestro Francisco Ibáñez (DEP), para descubrir esta primicia informativa.

Mortadelo y Filemón, es una historieta legendaria en España y posiblemente en el único país latinoamericano que pudimos seguir sus aventuras fue en Colombia, gracias a El Espectador y su recordada revista dominical de cómics, Los Monos.

Los colombianos no sabíamos que Mortadelo y Filemón, visitaron nuestro país, pero de manera encubierta, por no decir clandestina. Pues bien, como dicen los periodistas, estoy en capacidad de confirmar esta noticia.

Debo agradecer especialmente, a quien me proporcionó la pista inicial que me llevó al descubrimiento. Se trata del amigo español Miguel Ángel Caballero, arquitecto técnico y destacado concursante de “Saber y Ganar”, el mejor programa de concurso cultural de la televisión en nuestro idioma.

Miguel Ángel es experto en cómics y haciendo gala de su apellido, gentilmente me comentó sobre una serie de Mortadelo y Filemón llamada Los Mercenarios (1975), la cual evidentemente transcurría en un país sudamericano, de la cuenca del Amazonas, por una serie de datos y quizás fuera Colombia, aunque la acción transcurre en un lugar ficticio llamado Cefalopodia.

Brevemente les contaremos el argumento de la historieta sin adelantar su final, para quienes puedan leerla después. Mortadelo y Filemón, son dos agentes secretos de la TIA (Técnicos de Investigación Aeroterráquea) y como los de su especie luchan contra todo tipo de villanos que amenazan la seguridad de los países. En este caso, los agentes deben viajar a la República de Percebelandia para enfrentar la amenaza de unos mercenarios contratados por el gobierno del país vecino, es decir, Cefalopodia. Si lo logran, además del reconocimiento de sus superiores, conseguirán una jugosa recompensa por parte del presidente de Percebelandia, lo que los motiva mucho más para llevar a cabo su peligrosa misión de enfrentar a estos mercenarios.

Pues bien, luego de leer el cómic, puedo confirmar que Cefalopodia efectivamente es Colombia. No sólo los barbudos mercenarios, nos recuerdan a algunos personajes de ingrata recordación en nuestro pasado (la historieta es del año 1975), sino que se mencionan ejemplares de nuestra gran biodiversidad, en la fauna especialmente, como anacondas, pirañas y jaguares.

Sin embargo, la pista definitiva para llegar a esta conclusión, es que Mortadelo y Filemón, luego de una larga travesía, deciden descansar en una cueva oscura y al amanecer se dan cuenta que están rodeados de indios motilones. Los motilones en la vida real corresponden a la etnia Motilón-Barí que se localizó en el nororiente de Colombia, concretamente en el Departamento de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela y que fueron conocidos por su bravura y valentía.

El término “motilón” se ha convertido en símbolo de ese Departamento y de Cúcuta, su capital, como lo sabe bien mi esposa Patricia, quien es oriunda de allí, aunque aclaro que ella tiene un carácter dulce, alejado del estereotipo de carácter fuerte de los queridos motilones.

Ahora bien, me queda la duda si Mortadelo y Filemón, no serán bogotanos porque se tratan de “usted”, costumbre lingüística que no es habitual ni en España ni en la mayoría de Latinoamérica, aunque en Bogotá es muy frecuente. Dejo la inquietud. De todas formas, nos alegra saber que los hijos predilectos del Maestro Ibáñez visitaran nuestro territorio, así fuera con otro nombre.

En cualquier caso, nuestro homenaje y cariño para el gran Francisco Ibáñez, descanse en paz y en cómic.

Esta historia continuará…

Dixon Acosta Medellín

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