El metro de Bogotá necesita una Comisión Académica urgente.

La discusión sobre el Metro de Bogotá es una de las discusiones más complejas y polémicas que tenemos que sufrir los Bogotanos, todos y cada uno de los Bogotanos que nos transportamos diariamente en Transmilenio o automobiles.

Creo que el mayor problema en esta discusión es que por lo politizada que se ha vuelto, es casi imposible saber quien dice la verdad y quien dice mentiras con intereses particulares. Al escuchar tanta manipulación de los políticos, tanto de los que abogan por un metro subterráneo como los que abogan por un metro elevado pienso que lo que más nos hace falta es la participación de sectores no involucrados políticamente en la discusión, sectores que no tengan compromisos económicos o políticos.

La academia, las universidades importantes del país, en primer orden las dos universidades más importantes; la Universidad de los Andes y la Universidad Nacional, deberían involucrarse en la discusión y darnos un parte de tranquilidad, técnico. Es increíble que la decisión más importante de infraestructura en esta ciudad no cuente con la participación crítica de ninguna Universidad.

Las discusiones de país parecen quedar en manos y mentes ideologizadas y cada una jala parar su lado, así es muy difícil elevar la discusión política. Para las personas que escribimos opinión la dulce invitación de ambas partes esta abierta: apoyar sin ningún tipo de reflexión un metro elevado o un metro subterráneo.

Y las preguntas de fondo que deberían ser lo más importante ¿La crisis histórica de sistema de transporte público en la ciudad? ¿El bienestar de la población en la ciudad? quedan relegadas.

En general la baja participación del sector académico en las agendas profundas del país, la distancia conveniente en que los políticos mantienen y han mantenido a las voces más ilustradas de la sociedad y también las multiples y cómodas “torres de cristal” que los académicos han construido, nos han llevado a una pobreza discursiva, una pobreza argumentativa y en general un clima perfecto para toda clase de populismos y manipulaciones.

Los políticos están acostumbrados a tratar a las personas con un gran desprecio por su inteligencia y su cordura, la discusión del metro necesita la participación de voces técnicas y del sector académico. Solo una verdad podemos elucidar de la situación actual y es que ambas partes están mintiendo, manipulando el discurso y burlándose de la ciudad.♦

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Diego Aretz es un periodista y activista Colombiano, candidato a master en reconciliación y estudios de paz de la Universidad de Winchester, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal, colaborador de El Espectador.  Director de la ONG Por la Frontiere.