Las palabras y las cosas

Publicado el Diego Aretz

El costo de la desigualdad.

 

 

 

 

 

 

 

Hace unos días caminaba por el barrio la Macarena en Bogotá, hacia el norte, a la altura del centro comercial San Martín, alrededor de las 7 de la noche, una mujer joven lloraba, llevaba un morral con unas bolsas plásticas; su sustento. Me detuve y le pregunté por qué lloraba, me costo preguntarle 4 veces para poder lograr que me respondiera; lloraba porque no había logrado juntar 40 mil pesos para pagar la habitación en el barrio Santa Fé, donde vive con su bebé y su madre. Ella no me pedía dinero, solo lloraba. La pude ayudar para solventar una noche en esta ciudad esquiva para los migrantes. La mujer viene desde Barquisimeto, ella es una más de los 3 millones de migrantes provenientes de Venezuela, de los migrantes que expulsó el fracaso socialista, en el vecino país.

Colombia hoy enfrenta una situación inusual en su historia, con la presidencia de un hombre de izquierda puede ser el inicio de una ola de gobiernos que se construyan desde lugares disruptivos a lo que fue por décadas la política de nuestro país.

La desigualdad nos debería preocupar más que la pobreza, ser un país pobre (o empobrecido) no debería dolernos tanto como ser uno de los países más desiguales del continente. Con 20 millones de personas bajo la línea de pobreza, podemos ver la desigualdad en todas sus formas, solo tenemos que recorrer ciudades como Bogotá, Cali, Medellín (el 75% de los Colombianos estamos concentrados en ciudades). O explorar un poco la Colombia de las periferias.

Quizás el concepto a que más volcado estoy estos ultimos tiempos es la desigualdad. No solo lo he llevado en conversacione públicas con distintos actores de la política como 3 ex candidatos presidenciales o en viajes por el país, escuchando actores diversos, desde la sociedad civil, líderes sociales o empresarios. Pero también con el actual gobierno, ejemplo con el ministro de hacienda; al iniciar su mandato fui el primer periodista en entrevistarle, y la entrevista giró frente a este tema.

https://www.elespectador.com/economia/jose-antonio-ocampo-la-polarizacion-es-el-problema-principal-de-colombia/

Vivimos una oportunidad única para cambiar la ecuación desigual en Colombia, también una oportunidad para cambiar un discurso de «los culpables» «las élites» o las conspiraciones ingenuas. Para elevar la reflexión política hacia el bien común, el bienestar común, el desarrollo colectivo como sociedad. Ese es un concepto que las comunidades indígenas han trabajado siglos.

Es una oportunidad de oro para el país también que Petro sea presidente, en pocos años la historia nos contará si fue un charlatan más, o un hombre comprometido con el desarrollo de su país. Hace poco hablaba con empresarios del país que me decían «contentos pagaríamos más impuestos, pero no los vemos por ningún lado» aunque esto no es cierto en todo, si es cierto que la corrupción de muchos políticos (hombres y mujeres) ha llevado a un rompimiento en la confianza del país, la validez del «todo vale» o el asumir la corrupción como la cultura común, ha producido un costo colateral tan alto como las cifras de la misma corrupción.

La desigualdad también ha provocado que los Colombianos gastemos desmedidamente en seguridad (600 mil personas son contratadas en seguridad privada en el país), la desigualdad ha provocado el odio de clases, el resentimiento como el lugar común, un resentimiento que es el caldo de cultivo de todos los populismos. La violencia por la tierra, la violencia política, y la violencia en los territorios ha estado siempre vinculada a la desigualdad; sea desigualdad económica o carencia de Estado, desigualdad social.

Es urgente fortalecer el pacto social, el pacto social se tiene que tejer desde todos los lugares, desde el empresario comprometido que paga impuestos y entiende que ayudar al país es una tarea urgente o desde los políticos que logran pararse contra la corrupción de sus propios partidos y sus propios colegas de profesión.

Quiero recomendarles el libro del chileno y profesor de Oxford Diego Sanchez Ancochea «El costo de la desigualdad» , un análisis profundo y honesto de la desigualdad en América Latina y que da lecciones para otras economías y otras sociedades. La desigualdad es el mayor problema que enfrentamos como humanidad, el que no lo quiera ver es un ingenuo, o un favorecido por ella.♦

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Diego Aretz es un periodista y activista Colombiano, master en Estudios de Paz y Reconciliación de la Universidad de Winchester, ha sido columnista de medios como Revista Semana, Nodal, El Universal, colaborador de El Espectador. Así mismo es jefe de comunicaciones del Consejo Nacional de Bioética y consultor de Terre Des Hommes Alemania. Director de la ONG Por la Frontiere.

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