La revolución personal

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043 – 2012 ¡EL MEJOR AÑO DE SU VIDA! (9) en La Revolución Personal (Paso 7 – Compartamos)

PASO 7

COMPARTAMOS

Somos el ser más importante de la creación, la felicidad es nuestro ambiente, nuestra fe es a toda prueba, permanecemos abiertos a recibir, nunca dejamos de agradecer, el Universo nos ha otorgado. Ahora ¡compartamos nuestros bienes con espíritu de humildad!.

Dice el Maestro Vasant V. Paranjpe en su libro Luz que Conduce al Sendero Divino: “Para llegar a ser verdaderamente felices debemos aprender a eliminar factores que inducen tensión en la mente. La práctica de compartir reduce la tensión y así eliminamos el enojo y la avidez, el compartir es una ayuda material para nuestra felicidad.

Compartir es dar parte de nuestros bienes con espíritu de humildad. Practicamos el compartir para reducir nuestro apego a las posesiones materiales. Tal apego produce una gran tensión en la mente, hace imposible que seamos felices.

Un hombre rico posee muchas cosas y está apegado a ellas , mientras que un hombre pobre no tiene nada, pero está anhelando lo que no tiene o lo que tiene el rico. Debido al apego, ambos tienden a darle prioridad a la infelicidad. La práctica de compartir ayuda a eliminar la tensión que proviene del apego.

Compartir tiene las siguientes connotaciones:

Es nuestro deber compartir. Significa que a la persona a quien nosotros compartimos, no es la que debe agradecernos; somos nosotros quienes debemos estar agradecidos con la persona que acepta nuestro regalo. Ella es la causa instrumental que nos permite transformar nuestra mente y por lo tanto somos nosotros quienes tenemos que agradecerle a ella.

No compartamos para obtener nombre o fama. Si damos dinero en efectivo o posesiones materiales por nombre o fama, no es compartir. Compartir debe hacerse en secreto: “Que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu mano derecha”. Si le contamos a otros estamos alimentando nuestro orgullo y con esto nunca lograremos la meta de eliminar tensiones.

Todo el mundo quiere ser feliz y por lo tanto todos tenemos que compartir nuestros bienes con verdadera humildad. Tanto si somos pobres como si somos ricos debemos compartir. Igualmente un pobre y un rico pueden recibir.

Debemos compartir únicamente nuestras propiedades y nuestros propios ingresos”.

Algunas personas recomiendan dar solamente a las personas que de verdad lo necesiten, pero realmente no sólo debemos ser caritativos y dar al necesitado, sino también debemos ser generosos y dar a todo el mundo. Además si una persona que no necesita, nos hace creer que sí necesita, la que está cometiendo la falta es ella, nosotros no, por lo tanto compartamos a todo el que nos pida y a los que no nos pidan también.

Todo lo que compartamos se nos va a multiplicar. Esta es una ley de la naturaleza y por lo tanto no la podemos violar. Compartir es una ayuda material que damos para lograr la verdadera felicidad. También veremos que en momentos de necesidad, las cosas nos llegarán sin haberlas pedido. Más importante aún, no sentiremos tensión cuando las cosas no marchen bien en lo material, a medida que vamos adquiriendo el buen hábito del desapegó a las posesiones materiales.

En general ayudar a los demás es bueno por las siguientes tres razones:

1ª – Espiritualmente, ayudar a los demás satisface nuestra alma.

2ª – Sicológicamente, compartir nos hace pensar que nos sobra dinero.

3ª –  Por Ley Universal, todo lo que demos se nos multiplicará.

No hay ningún motivo para no compartir nuestros bienes con los demás, la fuente de donde emana todo, es infinita e inagotable ¡y nos pertenece a todos!.

Diferencia entre caridad y generosidad

Practicamos caridad cuando damos al que lo necesita, practicamos generosidad cuando damos a quien no lo necesita. Para ser prósperos y felices debemos practicar las dos, caridad y generosidad. Si damos solo al que lo necesita estamos dándonos este mensaje : “En este mundo solo se ayuda a quien lo necesita, por lo tanto continuaré necesitado para poder ganar”. Si somos generosos el mensaje será: “En este mundo se ayuda también a quien no lo necesita”. Repitamos esta afirmación en nuestro interior y otras personas serán generosas con nosotros.

El Diezmo

A veces el diezmo se hace un asunto bastante complicado, en primer lugar hay personas que colectan el diezmo para una iglesia y terminan gastándolo en su propio provecho. Como segunda medida, cuando una persona se gana una buena cantidad de dinero por algún negocio que hizo, sufre un conflicto enorme de conciencia para decidirse a diezmar honestamente.

Por supuesto que no estamos en contra del diezmo, el diezmo es la principal actividad del compartir, pero para evitarnos conflictos, analicemos de una vez por todas lo que podemos hacer con el diezmo. Podemos darlo a la iglesia a la que pertenecemos, podemos darlo a las familias necesitadas, podemos darlo a las familias no necesitadas, podemos darlo a una fundación que propenda por un bien común, podemos darlo a nuestra familia, podemos encontrar algún tío, un sobrino, un hermano, etc. que esté pasando dificultades económicas. Podemos empezar por ayudar al familiar y luego a las personas y familias diferentes a la nuestra. También podríamos enviarlo a la persona que puso un anuncio que rezaba mas o menos lo siguiente: “Si desea aumentar sus ingresos en un ciento por ciento, envíeme el diez por ciento de todo lo que gana y se volverá multimillonario”. Bueno, la idea es que cada persona decida como debe entregar su diezmo, sin presiones de ninguna clase; pero hagámoslo visualizando que tenemos tanto, que podemos desprendernos fácilmente del diez por ciento y así creamos una conciencia de prosperidad.

No acumulemos en forma innecesaria

Acaparar o atesorar cosas significa desequilibrio. El desapego nos permite vivir de una forma sencilla y con pensamientos elevados.

Hacemos una recomendación especial, revisemos nuestras pertenencias una vez al año, por ejemplo nuestro ropero, si hallamos algo que no nos hayamos puesto durante un año, saquémoslo aparte y busquemos una persona que lo necesite y que sí lo vaya a usar.

Texto: Dhyanamurti

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