La realidad para dummies

Publicado el Nicolás Acosta

¿Estará todo perdido para Mockus?

Antanas Mockus debe ser uno de los hombres más preocupados en este momento. En los últimos 4 días Santos le ganó la primera vuelta por un margen que ninguna encuesta o ciudadano esperábamos, el partido conservador se unió a la campaña de su opositor y sus seguidores parecen desanimados y poco optimistas sobre lo que pueda pasar el próximo 20 de Junio. Mi hipótesis ante éstos hechos es que la abultada diferencia entre Santos y Mockus se debió a un miedo generalizado a perder lo conseguido en seguridad y a un craso error de comunicación de la campaña mockusista – más que a una campaña arrasadora de Santos que haya emocionado a los colombianos.

Lo primero que hay que mencionar es que en este momento el peor daño que los seguidores le pueden hacer al candidato verde es seguir tratando de atraer nuevos electores con un tono de resignación y una actitud de “al menos intentémoslo”. La campaña de Mockus debe volverse mucho más dinámica y debe transmitir el mensaje, acertado, de que lo que pasó el domingo no es ninguna derrota. Está claro: las encuestas nos mostraron una tendencia que nos hizo pensar que la ola verde había llegado a una altura inimaginable, y ,en esta medida, se han entendido los resultados como una penosa derrota. No obstante, lo cierto es que se logró pasar a segunda vuelta y trancar a un candidato que hace unos meses se percibía como el ganador desde la primera.

De lo que hay que hablar es de corregir errores con celeridad. Lo primordial es que, por más de que se haya intentado, no se logró aclarar los dos temas que más preocupan a los colombianos en este momento: la continuación y profundización del tema de seguridad y la lucha contra el clientelismo y la corrupción. Yo sé, ¡Mockus lo que más pregonaba era la lucha contra el clientelismo y la corrupción! También sé que es uno de los más convencidos de que la política de seguridad democrática debe continuar y profundizarse sin discusión.El problema no es ése. El problema es que a la gente no le quedó claro. Lo que le quedó a las personas después de cada aparición pública del candidato fue confusión. Su mensaje de “legalidad democrática” fue ambiguo para la mayoría de colombianos que realmente querían oír soluciones claras alrededor de los temas y no metáforas y reflexiones sobre la importancia de unos principios básicos. Así es que primer mensaje: hay que establecer con más claridad y en un lenguaje más cercano a dónde se quiere llegar y cómo se quiere llegar[1].

Si esto se logra Antanas todavía tiene posibilidades de derrotar a Juan Manuel en la segunda vuelta. Y las tiene por dos razones: Primero porque la gente sí está cansada de tanto clientelismo y corrupción. La gente quiere un cambio y fue por esto que la ola verde tomó tanta fuerza. El tema es que después no supo explotar esta inquietud con claridad. Así las cosas, si Mockus refuerza su mensaje con todo lo anterior y es un poco más concreto en cuanto a los pasos prácticos a seguir para lograr acabar con éstas conductas, la gente se fijará en él.

Pero lo más importante de todo es que Mockus logre entender que aún recogiendo esta inquietud con contundencia la gente no va a estar dispuesta a votar por él si no queda la certeza de que la seguridad no se va a ver afectada. No va  a estar dispuesta porque el voto de la mayoría sigue sujeto a la misma dinámica que ha justificado el clientelismo durante éstos últimos 4 años. Esta dinámica la resumo con una frase que le escuché a una tía mía después de escuchar una noticia sobre la yidis-política: “pues sí, pero por lo menos hay seguridad”. La mayoría votó por Santos porque bajo ninguna circunstancia está dispuesta a votar por un candidato que no le deje completamente claro el mensaje de continuidad en seguridad. Teniendo en cuenta todo lo establecido, Mockus puede quitarle votos a Santos y sorprender a los colombianos porque los votos de Santos no son de él: son del miedo a una mano floja en seguridad.


[1] En otras palabras: en vez de decir, por ejemplo,  “tenemos que lograr que las conductas legalmente desaprobadas sean condenadas  y denunciadas socialmente por las personas para así llegar a la legalidad democrática”, se debe decir “si en su pueblo hay un asesinato, se debe lograr que a la población no le parezca algo cotidiano mientras espera que uno de los familiares vaya a agredir al asesino, sino que a todos les parezca una conducta equivocada y la denuncien al comandante del pueblo.”

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