Hilo de ideas

Publicado el Gisella Fontalvo Rueda

Crónica de un vestido anunciado: Oscars 2014

Mejor Vestidas
Mejor Vestidas

Alejadas del dramatismo que prometió durante décadas la alfombra roja más importante del cine, desfilaron una vez más por el Dolby Theatre de Los Ángeles las estrellas más importantes del séptimo arte para celebrar la edición número 86 de los Premios de la Academia.

El evento, conducido una vez más por la comediante Ellen Degeneres, abarcó momentos de risas incontenibles, la selfie más famosa y vista del mundo, el rotundo éxito de ‘Gravity’, cinta que arrasó con 7 galardones, dándole por primera vez en la historia de estos premios el Oscar de Mejor Director a un mexicano (Alfonso Cuarón), pero en cuestión de estilismos la fantasía se reinterpretó como monotonía y comfort, dejando en el olvido el deleite y la diversión que lleva implícita la moda.

Como era de esperarse -sin arriesgar demasiado en cuanto diseño y proporciones.-las actrices llegaron luciendo creaciones que las vinculan a las casas de modas que representan en campañas publicitarias: Jennifer Lawrence en Dior (como en todas las red carpets), Lady Gaga en Versace, Lupita Nyong’o en Prada (protagoniza la campaña de Miu Miu, segunda línea de Miuccia Prada) y Cate Blanchett en Armani, solo por mencionar algunas. Propuestas sin mucha potencia visual, que a pesar de respetar la elegancia atemporal de los diseñadores, nos obligan a querer hacer un viaje al inconsciente y preguntarnos si los modistos de nuestra época pueden hilar el glamour del viejo Hollywood con las necesidades de la industria actual.

Al igual que el año anterior, la paleta de color se alejó de tonos poderosos y ambiciosos para darle paso al nude, blanco y tonos rosas, dejando entrever pinceladas de negro, azul y rojo, que se colaron entre algunos trajes. Los vestidos inundados en joyas fueron otro must entre las estrellas, Angelina Jolie y Jennifer Garner fueron algunas de las que se forraron en piedras preciosas. En cuanto a cortes y tendencias, los escotes profundos y las capas llegaron con fuerza, mientras que el péplum renació de las cenizas y reapareció con actrices como Julia Roberts y Amy Adams.

En la noche “dorada” de Hollywood no hubo encantos ni desencantos, lastimosamente. La alfombra roja representó el triunfo de lo útil sobre lo decorativo, lo cual se concibe prohibido en esta vitrina que endiosa lo exuberante y alaba los rincones más insólitos y lujosos de la industria. Una noche predecible, que hizo a más de uno desear con infinita devoción disfrutar de alguna creación que gritara ¡Oscars!, como el dramático Vera Wang de Keira Knightley en el 2006, o desear volver a ver el desastre de “vestido” o cisne que colgaba desde el cuello de Bjork en la red carpet del 2000, para sentir alguna emoción.

Björk (2000) y Keira Knightley (2006)
Björk (2000) y Keira Knightley (2006)

 

Comentarios