En Ciénaga hay un hombre que si el expresidente Álvaro Uribe lo conociera, seguro que lo invita a tomarse un tinto al Ubérrimo y le escucha con atención cómo es que un culosungo sin mayor visibilidad está a punto de hacer lo que el propio presidente no pudo: lograr que lo elijan tres veces en su mismo cargo.
¡Sí señores! El hombre se llama Camilo Castro Stand y está próximo a convertirse en el rector – por tercera vez, aunque guardadas las proporciones- de Infotep, la ‘universidad’ pública que tienen los cienagueros.
Si Infotep es Colombia, Uribe viene siendo Castro Stand, con la diferencia de que el rector sí está a punto de lograr su cometido de perpetuarse en el poder: eso sí, de la misma forma que pretendió el expresidente, ¡A punta de marrullerías y actos irregulares! Les explico qué hizo el honorable rector:
Entusiasmado por sus 8 años de corone al frente del ordenamiento del gasto de la entidad educativa pública, al señor Castro –literalmente- le valió huevo que los estatutos de la entidad estipularan el artículo 21 que el “rector tendrá un periodo de cuatro años, reelegido por una única vez”.
¡Lo que estorbe que lo quiten! Y esa norma sí que estorbaba al rector de este instituto. Por eso se las arregló para que el consejo directivo, que bien le sirve a sus intereses, quitara ese incómodo límite.
Hecha la primera trampa, el rector pasó a la fase 2: Como es normal en las universidades públicas, el voto de los estudiantes –la verdadera comunidad- está pintado en la pared, pues los que verdaderamente eligen son 9 gatos que concentran el poder con votos únicos: ¡Los posibles enmermelables!
En esos (5 votos de 9) fue en los que se concentró Castro pa’ hacer un par de ‘pequeñeses’: al representante de los Egresados (+1 voto) Mario Ebrath, el rector le nombra en nómina a Giorcellys del Carmen López Pedraza, su esposa.
Al representante de los Docentes (toma tu otro +1 voto), César Tortello Jiménez, el rector le nombró a Ana María Codina Gallardo, su esposa.
Y otro par de votos que ya tiene asegurados: el del representante de los exrectores, Reinaldo Estrada, subordinado de Castro durante 8 años y nada más que quien lo ayudó a elegirlo en la primera ocasión, y también el representante de los estudiantes. 4 votos de los 9, en el bolsillo.
Pero la jugada no le salió tan bien, y por estas vivezas el rector está enredado: ¡Por eso el martes le tocó asistir a audiencia en la Procuraduría en medio de un proceso disciplinario donde le tocará rendir las cuentas del caso por nombrar a esposas de quienes tienen que dar su voto para perpetuarlo en el poder!
Lo que preocupa e indigna de todo esto, es que al consejo directivo parece que poco le importa las visibles irregulares de su rector. ¡Pero qué les va a importar si en ese combo están los mismos enredados!
A quien sí debería importarle es a los estudiantes. ¡Ya es pa’ que ustedes hubieran alzado su voz! ¿Cómo es eso que en las narices de todos el duro de esa U va repartiendo mermelada sin que nadie diga nada? ¿Hasta ese punto llega el conformismo? Llegará el 15 de mayo, día de la votación. Y a menos que alguien haga algo, los cienagueros tendrán que mamarse 4 años más de un rector que poco honor le hace al principio h de sus propios estatutos: ¡el de la honradez!