Esto mejora, pero no cambia

Publicado el Polo Díaz Granados

Defensor: ¡Salve a Heriberto!, o no aguantará unas elecciones más con vida

Les voy a contar una historia verdadera. Una historia de Aracataca que, como buena tierra macondiana, parecería un cuento sacado de lo más profundo de las páginas escritas por el Nobel Gabo, ¡Pero no!, -te insisto- esta historia es de verdad y de una gravedad tal que, si el Defensor del Pueblo, Carlos Negret, no le hace honor a la dignidad de su cargo, en las próximas elecciones estaré retomando este blog pa’ contarles por qué habrá muerto Heriberto.

Pero no te puedo contar la vida de Heriberto, sin contarte la muerte de su esposa, su compañera de vida, la profe Yolima Hernández.

Era 28 de octubre de 2015, apenas hace 3 días se habían realizado las elecciones regionales. En Aracataca, el alcalde Pedro Javier Sánchez Rueda –que ya en alguna ocasión lo habían capturado al vincularlo con homicidio y relaciones con paracoscelebraba su victoria con más de 7.800 votos, tres mil más que los que había sacado el médico Luis Emilio Correa, su contrincante, al que había apoyado Heriberto.

Con el sinsabor de la derrota, pero con la tranquilidad de haber hecho un buen trabajo, Heriberto y su familia tuvieron un miércoles sin nada fuera de lo común. A eso de las 10 de la noche se fueron a su casa, en el corregimiento de Buenos Aires, perteneciente a Aracataca, pero a menos de 600 metros de la Estación de Policía del vecino municipio de Fundación.

Todo iba normal hasta que horas después, en la oscuridad de la madrugada, un ruido alcanzó a despertar a Heriberto de su profundo sueño. Lo único que recuerda fue la silueta de una persona que se le abalanzó encima con la piedra que era usaba para trancar la puerta de entrada. ¡De ahí no supo más! El fuerte y contundente golpe lo mandó inconsciente al piso y, de paso, al borde de la muerte.

Casi un mes después de volver en sí, tras duros días con la vida pendiendo de un hilo, en la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica el Prado en Santa Marta, Heriberto recobró la consciencia y se tuvo que enfrentar a una cruel realidad que cualquier creyente preguntaría a Dios: ¿Por qué a mí? (Reconstruye la historia en este post)

Yolima, su esposa, que dormía a su lado, fue atacada con tanta sevicia como lo hicieron con él. Pero ella no sobrevivió. Lo que luego le contaría el fiscal que abordó su caso fue que Yolima alcanzó a estar consciente antes de caer en un coma profundo que le segó la vida.

Otro detalle que se enteró después le partió el corazón: como Yolima estuvo ausente de la clase a la que debería ir, sus colegas -extrañados por algo que nunca pasaba- fueron hasta su casa. Allí fue que vieron al hijo de la pareja, en ese entonces de 5 años, asomado por el balcón de la casa, diciendo que sus papás estaban dormidos. Uno de los profesores vio una mancha de sangre en su mejilla…

-¿Por qué tienes la cara roja?, preguntó uno de ellos

– “Mis papás están dormidos y yo estoy jugando con salsa de tomate”, fue la respuesta inocente del niño que, pese a tener a sus padres inconscientes y gravemente heridos, no entendía la realidad de lo que estaba sucediendo.

Así de dura fue la vida de Heriberto, que pasó todo el 2016 materializando un milagro: superar todas las expectativas médicas que, primero, lo daban por muerto, después lo postraron en una silla de ruedas y que, finalmente, llevaron a un especialista que conoció el caso de Heriberto a decirle: “¡Salga de esta consulta hacia una iglesia y dele gracias a Dios!, pues lo que pasó con usted es un milagro”.

¡Pero mucho ojo!, ese milagro hoy puede convertirse en el mismo infierno para Heriberto, si es que las autoridades y la justicia no toman las medidas necesarias para mantener al responsable del cruel homicidio de su esposa en la cárcel. ¡Y eso es lo que me motiva a escribirle hoy a los 4 gatos que me leen…

Resulta que mientras Heriberto se ocupaba en volver a vivir, las investigaciones judiciales nunca cesaron: varias personas fueron capturadas. Entre ellos a dos personajes que fueron condenados por ser los autores materiales. Es decir, ¡los que se metieron a levantar a piedras a la pareja indefensa! De ahí fue que un juez en Fundación le dio 44 años a Óscar Rada Molina, alias el Topo, y 32 a otro joven llamado Iván Rafael Oviedo Ortega.

Y es precisamente el testimonio de Iván Oviedo el que más llama la atención. ¡Postrado en una silla de ruedas!, Iván Oviedo no solo aceptó los cargos por el homicidio, sino que señaló a un hombre llamado Javier Martínez, alias Guamita, como la persona que lo contrató para perpetrar el crimen. ¡Y no solo eso!, sino que el mismo Guamita fue quien, días después de cometido el hecho, lo intentó matar a él y a su pareja, Angélica Molina, quien también está capturada.

Guamita no pudo matar a Iván para callarlo, pero sí lo dejó en silla de ruedas.

Hoy, ese hombre (Javier Martínez) está capturado y paga prisión en la cárcel Rodrigo de Bastidas mientras que se adelanta una investigación por su participación en estos hechos. ¡Pero como la justicia es así!, a Guamita ni siquiera le han hecho las audiencias preparatorias, pues las han aplazado en tres oportunidades; se las pasan de aplazadera en aplazadera.

Después de enviar una carta a la Procuraduría (ver la carta) pidiendo al ministerio público que presione a la Defensoría del Pueblo y le asignen abogados a estas personas para adelantar el juicio, la Defensoría lo hizo pero, ¡qué sorpresa!, el día de 16 de octubre, esos abogados designados no se presentaron a la audiencia. ¡Tocó un nuevo aplazamiento! (ver constancia de la juez)

El gran temor de Heriberto -con justa razón- es que, por primera vez en el país, la justicia especializada (en donde está su caso) tendrá vacaciones colectivas, por lo que la jueza y el fiscal estarán ausentes. ¿y qué pasa si los abogados aprovechan esa oportunidad para que la joyita de Guamita salga por vencimiento de términos?

¡Antes de que eso pase!, señor Defensor, le pedimos en el Magdalena que se detenga un momento y analice este caso. ¡Entérese de lo que pasa y pida a sus respectivos subordinados que tomen las cartas en el asunto!

Si usted no lo hace, el proceso seguirá dilatándose y aquel señalado hombre, que es un eslabón más para saber quién está detrás de todo, quedará libre y huyendo de la justicia.

¡Recuerden algo!, el crimen e intento de homicidio de Heriberto fue catalogado como un móvil político -Heriberto fue concejal e intentó ser candidato a la Alcaldía en 2015, pero “esos mismos desconocidos”, le robaron en su sede de campaña las firmas que tenía para avalar el movimiento para ser candidato.

¡No deje que a un criminal lo coja la Navidad en la casa! Y ¡Por favor! Háganle honor a la memoria de la profe Yolima. ¡Que su muerte no sea en vano!

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