El Fondo de Empleados de Carrera Diplomática y Consular, FEMDI, fue creado hace más de 30 años por los diplomáticos de carrera pertenecientes a la Asociación Diplomática y Consular de Colombia -ASODIPLO. La Asociación Diplomática incluso donó el capital inicial, con lo que el Fondo dio el primero de sus grandes pasos como entidad de…
El Fondo de Empleados de Carrera Diplomática y Consular, FEMDI, fue creado hace más de 30 años por los diplomáticos de carrera pertenecientes a la Asociación Diplomática y Consular de Colombia -ASODIPLO. La Asociación Diplomática incluso donó el capital inicial, con lo que el Fondo dio el primero de sus grandes pasos como entidad de naturaleza solidaria para sus miembros: los diplomáticos de carrera. Pero, ha ido más allá de su nicho natural, con un sentido de responsabilidad social, vinculándose a diferentes campañas en favor de poblaciones marginadas de Colombia, fundaciones o atendiendo diversas calamidades en nuestro país. El blog de hoy refiere a una anécdota personal de un diplomático de carrera, que ilustra ese sentido solidario del FEMDI.
FEMDI- Fondo de Empleados de la Carrera Diplomática y Consular
En el año 2011, el gobierno de Colombia decidió abrir una embajada en Abu Dhabi, la capital de los Emiratos Árabes Unidos, siendo la primera misión diplomática colombiana en la península arábiga. Nuestro país llegaba un poco tarde a una cada vez mas importante región del mundo, abandonando nuestra tendencia provinciana de ver sólo al norte (réspice polum) o a algunos vecinos (réspice similia); en cualquier caso, era algo tan novedoso que debíamos reconocer nuestra poca información sobre un destino tan interesante.
Fui nombrado ministro plenipotenciario en la naciente embajada, siendo embajador, Roberto Vélez Vallejo, ex gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, quien ya había sido diplomático en Malasia y gustaba de trabajar con los funcionarios de carrera, como garantía de éxito en la gestión. Se desarrolló una excelente relación profesional y personal con el embajador Vélez, pero los primeros días en los Emiratos fueron tan fascinantes como complejos.
En los Emiratos Árabes Unidos por aquellos días los extranjeros que llegaban a trabajar, llamados expatriados, debían tener en cuenta que los factores más costosos eran la vivienda, la salud y la educación, en caso de tener hijos. En la mayoría de los casos de multinacionales o empresas privadas, los expatriados en sus contratos se cuidaban de que esos factores fueran cubiertos por los empleadores y como costumbre los arriendos se pagaban con un año de antelación. La situación para un servidor público colombiano era diferente al de un ejecutivo de una multinacional, pues si bien los funcionarios llegan con unos viáticos para instalación, no alcanzarían a cubrir todo un año de arriendo.
Cuando llegamos con mi esposa a Abu Dhabi, iniciamos la búsqueda de un apartamento y luego de ver diferentes opciones, encontramos uno adecuado en un edificio llamado Al Ain (que se traduce como El Ojo o La Fuente) y que recuerda a la segunda ciudad del emirato de Abu Dhabi. El apartamento tenía como gran ventaja su relativa cercanía con la sede de la embajada de Colombia. Siguiendo la tradición en materia inmobiliaria, nos explicaron que el arriendo debía pagarse por año entero. Ahora bien, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia no podía asumir semejante gasto, como las empresas particulares tenían acostumbrados a los dueños de casas y apartamentos. Los agentes inmobiliarios entendieron y nos dieron una facilidad: entregar dos cheques posfechados cubriendo el valor total.
El problema era que ni siquiera contábamos con chequera disponible, dado que el proceso de abrir cuenta bancaria fue otra odisea y todo por falta de información. El mejor banco era el Abu Dhabi National Bank (ADNB) que daba mayores facilidades, pero por desconocimiento acudimos a los bancos internacionales y sin mencionar en concreto la entidad bancaria, que pensábamos facilitaría el proceso. Craso error, por el contrario, los bancos internacionales suelen considerar a los diplomáticos como clientes riesgosos y problemáticos, bien sea por antecedentes individuales o situaciones globales como el lavado de activos en algunos países.
El caso es que, en términos muy amables, los funcionarios del banco fueron dilatando el proceso de la chequera y los días pasaban. Por un lado, veíamos como se gastaban los viáticos de instalación en el pago diario en el hotel en el cual nos hospedamos, mientras se resolvía el tema de vivienda y en segundo lugar, los amables agentes inmobiliarios nos recordaban que no podían esperar más tiempo.
Fue cuando recordamos el FEMDI, como alternativa salvadora. El Fondo de Empleados Diplomáticos, se basa en el concepto de solidaridad entre sus miembros. En el fondo, los diplomáticos asociados pueden solicitar diversos servicios como préstamos con intereses más bajos que los de los bancos. Escribí narrando la situación, consultando la posibilidad de solicitar un préstamo por la cantidad que cubriría el valor de la renta anual del apartamento y pidiendo que ese dinero fuera transferido a la cuenta de la firma inmobiliaria.
Previamente había consultado, esa posibilidad con los agentes inmobiliarios, quienes dijeron que nunca habían tenido una propuesta similar. Además, porque los dueños de vivienda emiratíes, prefieren los cheques al dinero. Es un tema de su cultura financiera, que luego nos daría algunos dolores de cabeza, para los temas oficiales. Sin embargo, a pesar de resultarles una propuesta exótica, luego de consultar con el dueño del apartamento, este dio su consentimiento. El FEMDI, se mostró comprensivo y solidario con el colega que pasaba por esta circunstancia derivada de su designación en tan lejano destino. Se aprobó el préstamo, realizaron la transferencia y gracias a ello, pudimos trasladarnos al apartamento, que llamamos con mi esposa con el sobrenombre cariñoso del “torcidito”, por su diseño, en donde de hecho, residimos durante felices cuatro años, sin duda, gracias al FEMDI.
*Dixon Moya. Embajador de carrera Diplomática, escritor por vocación, lleva un blog en el periódico colombiano El Espectador con sus apellidos literarios, en el cual escribe de todo un poco: http://blogs.elespectador.com/lineas-de-arena/
Asociación Diplomática y Consular de Colombia
Asociación Diplomática y Consular de Colombia. Organización profesional, sin ánimo de lucro, creada en 1981 que agrupa a funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores miembros de la carrera Diplomática y Consular de Colombia.
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