Para quienes vivimos en las ciudades, la presencia de animales silvestres como zorros o cusumbos[1] suele ser asociada con zonas remotas en donde hay poca presencia de humanos. Sin embargo, estos mamíferos, al igual que aves y flora silvestre, tienen su hogar propio en el corazón de las ciudades donde también habitan los humanos.
Los conceptos de cohabitación y coexistencia son ejes centrales del documental “vecinos inesperados”, un producto audiovisual con majestuosa fotografía que nos invita a comprender que la biodiversidad en las ciudades no es la “intrusa” sino con quien tenemos una relación de vecindad y a quien le debemos atención, protección y cuidado. En el marco de esta pandemia de la Covid-19, que ha llevado a que millones de personas en el mundo experimenten un prolongado confinamiento, se escucha con frecuencia que los animales “se están tomando las ciudades” aprovechando la ausencia de los humanos y su incesable movimiento. Este documental permite la reflexión en torno a quién es el vecino de quién: ¿la biodiversidad de nosotros o nosotros de ella?
El documental fue rodado en locaciones urbanas de Bogotá, así como en zonas rurales tales como los páramos de Sumapáz y Chingaza, entre otros, durante 2018 y 2019. La dirección estuvo a cargo de Mauricio Vélez Domínguez, con fotografía de Richard Kirby. Fue producido por la Alcaldía Mayor de Bogotá en el marco de la estrategia de cultura ciudadana Bogotá Vive Natural. La banda sonora es una composición de Daniel Velasco interpretada por la orquesta filarmónica de Bogotá bajo la dirección de Eduardo Carrizosa.
“Vecinos inesperados” muestra cómo una ciudad como Bogotá, con más de 8 millones de habitantes, alberga además una impresionante variedad de vida silvestre. Se hacen evidentes las dinámicas de los animales en esta gran urbe, en su intento por sobrevivir en medio de los rápidos procesos de expansión urbana. La ardilla de cola roja, el zorro gris, el cangrejo, el oso andino, la araña, la rana, el escarabajo, el alcaraván, el búho y el colibrí, son algunos de sus protagonistas que nacen, crecen, se reproducen y mueren, al lado de sus vecinos. A partir de escenas de la vida cotidiana, el documental muestra la lucha de estos animales para sobrevivir en las ciudades y como los humanos juegan un importante para alcanzar este objetivo.
Colombia es considerado el país más biodiverso del mundo por kilómetro cuadrado, cuenta con el 69% de su superficie cubierta de ecosistemas naturales, 42 parques Nacionales Naturales, 12 santuarios de Fauna y Flora, 2 reservas nacionales naturales y 5 reservas de biósfera y extiende su biodiversidad por todo el territorio, pasando por las cordilleras y ríos hasta las ciudades. En el caso de Bogotá, su capital, se destaca una estructura ecológica principal integrada por los cerros orientales, de aproximadamente 14 mil hectáreas constituidas por una reserva forestal, facilitando la conexión con los páramos de Sumapaz y Chingaza.
Este tipo de conexiones, entre la ciudad y sus alrededores, es la que permite que tengamos los recursos que garantizan nuestra supervivencia como especie, como en el caso de estos páramos, que abastecen prácticamente la totalidad del agua potable que se consume en Bogotá y otras zonas del país. De este modo, preservar y hacer un uso sostenible de la biodiversidad y sus ecosistemas, dentro de las ciudades y fuera de ellas, resulta fundamental para garantizar la salud y el bienestar de los habitantes.
En este sentido, este producto audiovisual es una oportunidad para reflexionar sobre la interdependencia entre los humanos y los animales, y la necesidad de construir relaciones armónicas en un mundo donde todas las formas de vida deben reconocerse y respetarse. Este llamado también exige pensar en la conectividad entre las ciudades y los ecosistemas que albergan, así como aquellos que se encuentran en zonas más apartadas, que en ambos casos son cruciales para el equilibrio ecosistémico que implica el diseño de ciudades sostenibles e inclusivas.
El documental “vecinos inesperados” hace parte de una serie de productos audiovisuales que fueron proyectados durante el mes de junio en las misiones diplomáticas de Colombia en el exterior, a propósito de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, que este año estuvo a cargo de Colombia y se enfocó en el papel de la biodiversidad y la importancia de su protección y conservación.
Así mismo, hace parte de los esfuerzos de Colombia para brindar insumos a la construcción del nuevo marco global para la biodiversidad, que espera ser adoptado en la próxima Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones Unidas.
Esta es una pieza audiovisual que todos deberían ver. El documental es de acceso público y se encuentra en el siguiente enlace de internet: https://www.youtube.com/watch?v=KKaFs2l9R5M. Luego de verlo, podrán reflexionar sobre qué tanta empatía mostramos hacia nuestros vecinos y los otros habitantes de las ciudades: los animales.
* Marjorie González Ramírez, abogada de la Universidad Surcolombiana, es Tercer Secretario de Carrera Diplomática y Consular, adscrita a la Coordinación de Asuntos Ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores con maestría en Derecho de la Universidad Externado de Colombia y en Development Management de la Universidad Ruhr Bochum en Alemania.
Laura Juliana Arciniegas Rojas profesional en Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, es coordinadora de asuntos ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores, con especialización en Derecho del Medio Ambiente y doble titulación en Relaciones Internacionales de la International University en Ginebra.
- [1] «El coatí andino o cusumbo andino (Nasuella olivacea) es un pequeño mamífero prociónido perteneciente al Orden Carnívora, que habita al norte de América de Sur en Colombia, Ecuador y Venezuela”. (https://colombia.inaturalist.org/taxa/569416-Nasuella-olivacea)”