Pescando en el río Atrato./ Foto: Waosolo
Las imágenes que hoy El Río le presenta son el resultado de recorrer pequeñas calles, visitar plazas de mercado, navegar por varios ríos, disfrutar de las festividades que ofrece el Pacífico, contemplar la cotidianidad con detalle, esperar los atardeceres y amaneceres, y exaltar la belleza que ofrece uno de los departamentos más biodiversos que tiene Colombia: el Chocó.
Muy seguramente las historias que más habrá escuchado sobre este lugar están relacionadas con violencia, minería ilegal, narcotráfico, pobreza y desnutrición. Todas son ciertas. El índice de Necesidades Básicas Insatisfechas del Chocó es el más elevado de todo el país: 98%. La presencia de grupos armados ilegales ha ido destruyendo el paisaje, contaminando de mercurio el agua y los peces, creando un ambiente de zozobra y abandono en las comunidades, así como cifras de desplazamiento que parecieran cargar con la desgracia de que «al Chocó le tocó ser pobre», «al Chocó le tocó quedarse así».
Pero más allá de eso, de aquello que todos sabemos, el departamento sigue siendo un tesoro escondido entre la selva y el mar. Tanta belleza abruma al visitante que por primera vez sobrevuela el territorio y se topa con un paisaje de colores inigualable. La gente, el olor, la comida, la música, la historia, el baile, las ballenas saltando, el verde de la selva, las empanadas de atún. Todo es una sobredosis de naturaleza y vida.
“Enamórate del Chocó” es una plataforma web que, a través de la fotografía, el diseño y la publicidad transmite un mensaje claro: el Chocó y el Pacífico son mucho más de lo que usted cree. El director de este proyecto es Andrés Mosquera, un hombre de 29 años que ha ido materializando esta idea desde sus días como estudiante en la Universidad de Bellas Artes en Medellín hasta convertirla en lo que hoy es, un recorrido visual por la otra cara de la moneda, la linda, la que tiene todo lugar.
«En el Chocó las ofertas universitarias no son muchas. Hubiera sido feliz de haber estudiado mi carrera en mi tierra pero no la había en ese entonces, así que migré a Medellín pero siempre con la idea de regresar a fortalecer el territorio», dice Mosquera. El proyecto en un principio se llamó Waosolo. “Wao” porque era la expresión de asombro que siempre tenía uno de sus profesores cada vez que él presentaba sus trabajos, y “solo” porque era el único chocoano del grupo. “Waosolo” es su apodo oficial y así lo reconoce la gente por la calle.
Para él, parte de la mala imagen que tiene el Chocó es responsabilidad de los medios de comunicación que envían un único mensaje. «Los medios no potencializan lo positivo, sino que empobrecen con sus comunicados al calificar siempre como pobre a un territorio. Eso debería estar prohibido porque el mensaje lo ven y oyen los niños que luego crecen con esa idea de que aquí todo es malo y por eso deciden irse. Hay que replantear muchas cosas sobre cómo queremos fomentar la Colombia en Paz que tanto anhelamos», agrega.
Las 10 fotografías que aquí les mostramos fueron capturadas en algún ríos del Chocó. Representan el día a día de la población.
Productos que llegan por el río./ Foto: Waosolo
Señora y niños en el río Atrato
Niños en el río Opogodo, Condoto./ Foto: Waosolo
Foto de noche en el río Atrato, Carrera Primera de Quibdó
Subiendo plátanos en el río Atrato
Señora y niña en la panga, río Condoto. /Foto: Waosolo
Vista aerea del río Atrato.
Aguacero en el río Atrato
Atardecer en el río Atrato
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