Por: Santiago La Rotta / @troskiller
Fotos: EFE y AFP
El movimiento sísmico afectó principalmente a la ciudad de Iquique, en el norte del país. En este lugar, 300 prisioneras de la cárcel local se fugaron y se registraron algunos daños. La presidenta Michelle Bachelet declaró este lugar como zona de catástrofe para acelerar los esfuerzos de ayuda y reconstrucción.
Las ciudades del norte de Chile comenzaron el miércoles a recobrar la normalidad después del terremoto de la noche del martes. En la mañana, buena parte del gobierno central, en cabezada por la presidenta Michelle Bachelet, se desplazó hasta la zona norte del país, en especial a la ciudad de Iquique, para evaluar los daños causados por el movimiento que ocurrió en el mar, a más de 80 kilómetros de distancia de la costa chilena (frente a la localidad de Cuya), con una intensidad de 8,3 grados en la escala de Richter.
El saldo de víctimas mortales es de seis personas en las ciudades de Alto Hospicio e Iquique, por infarto o aplastamiento. Entre los fallecidos se encuentra un ciudadano peruano, según informó la Oficina Nacional de Emergencia de Chile (Onemi).
Iquique fue sin duda el punto más golpeado por el sismo. Las primeras evaluaciones de las autoridades aseguran que el hospital de la ciudad cuenta con un 30% de deterioro asociado al terremoto, hay cerca de 50 personas refugiadas en albergues y el puerto está funcionando sólo en el 50%.
Esta localidad es uno de los puntos más importantes para la salida del cobre chileno, uno de los mayores productos de exportación del país, que controla el 33% de la oferta mundial. Chile es el productor más importante de cobre en el planeta. El miércoles, la cotización de este metal en la Bolsa de Metales de Londres alcanzó su punto más alto en tres semanas.
Aquí puede consultar los informes del Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada chilena.