Internet es una maravilla. Bueno, en realidad depende del uso que le des, también puede ser una desgracia. Pero pensaba en la siguiente situación: ella sube una foto a su wall de Facebook,con una escena de sus últimas vacaciones. Él, un amigo virtual con el que nunca había hablado, le da un like. A ella le aparece inmediatamente la notificación, porque estaba conectada en ese instante a la red social. Se pregunta, «¿quién es este muchacho?, no lo tengo muy presente». Entra a su biografía, lo investiga, ve sus fotos, sus amistades, sus progresos año a año, mes a mes. Decide enviarle un escueto mensaje por inbox, «hola, gracias por darme un like». El hombre no se queda atrás y le responde en menos de un minuto. Inician una charla bastante animada, hasta que al fin, poco tiempo después, se conocen –afortunadamente viven en la misma ciudad-. Así comenzó un gran romance.
Yo sé lo que estás pensando: historias como estas son hechos aislados, y lo que te estoy contando es parecido a una película de Hollywood. Pero no creas, cada vez más gente se conoce y se acerca por medios electrónicos, especialmente redes sociales, y la posibilidad de que construyan relaciones exitosas –de acuerdo a las expectativas que tengan- es igual en comparación a otras maneras de acercamiento, en un plano físico.
La ciber-seducción tiene sus ventajas: puedes practicarla en cualquier momento del día y desde cualquier lugar, solo necesitas tener conexión a internet. No hace falta que esperes hasta el sábado a la noche para ir a la discoteca, ni a que se organice una reunión con amigos y amigas que permita establecer nuevas relaciones. Si tienes algo de timidez, estar detrás de la pantalla te permite dar ese primer paso con tranquilidad, seguridad y protección. Claro, en algún momento vas a pasar a un mundo más real, y allí necesitarás de habilidades para un trato seductor que te permitan conquistar a quien tanto deseas. Por otro lado, utilizando las herramientas multimedia como cámara y micrófono puedes asegurarte de con quién estás hablando, y si te van a salir más adelante con algo inesperado –incluso un mal momento-, eso también te puede pasar con alguien que conociste en un bar o en el gimnasio.
Si me pongo en el lugar de abogado del diablo, debo hacerte una prevención. Puedes sentir que con esa persona que compartes largas horas de conversaciones, intimidad o incluso sexo virtual, tienes una química perfecta. Pero la verdadera prueba está en el contacto cuerpo a cuerpo: los olores, los sabores, las características de la piel, son parte de una química humana esencial que solo sabemos si funciona o no en el momento del encuentro físico. Allí vas a sentir que todo se confirma, que se superan las expectativas, o que el castillo que construyeron era de papel y se derrumbó en unos instantes. Por eso debes manejar tus expectativas, saber cuáles son los límites, y propiciar un acercamiento en tres dimensiones lo antes posible.
Espero que mis recomendaciones te sean útiles, y que las recuerdes con cada like tentador que recibas en tus redes sociales. Seguimos la discusión en mi twitter @citaconezequiel