El Cuento

Publicado el ricardogonduq

La carreta del petrismo

Es increíble que el petrismo haya hablado tanta carreta sobre el voto en blanco en la segunda vuelta de 2018, para que ahora su líder, el senador Gustavo Petro, termine promoviendo lo mismo a la Alcaldía de Bogotá por el capricho de no apoyar a Claudia López. Un capricho porque al no poderse hacer el metro subterráneo que para él llevaba su sello, queda demostrado que su interés es que todo deba girar alrededor de quien está frente a su espejo.

Por: Ricardo González Duque

En Twitter: @RicardoGonDuq

No voté en blanco en la segunda vuelta de 2018. Lo hice por Gustavo Petro pensando que era la única opción que quedaba en carrera para frenar el peligroso regreso al poder del uribismo, con un candidato que no tenía la autodeterminación para repetir la buena historia de traición de Juan Manuel Santos. En esa campaña fui testigo del matoneo permanente hacia los más de 800 mil ciudadanos que decidieron votar en blanco, entre quienes estaban Sergio Fajardo y Jorge Enrique Robledo, dos de las tres cabezas de la Coalición Colombia que no se sentían identificadas con Petro, pero que con su decisión no necesariamente inclinaron la balanza hacia Duque.

La tercera cabeza era Claudia López, la hoy candidata a la Alcaldía de Bogotá que contra la corriente decidió apoyar a Petro en la segunda vuelta. Algunos pensaron que esa decisión en junio de 2018 y el respaldo que le dio al excandidato presidencial por el escándalo del ya olvidado ‘Petrovideo’ a final del año pasado, eran gestos suficientes para que el líder de la Colombia Humana le diera el guiño a López en su aspiración de ahora, pero no ha sido así por cuenta de un florero de Llorente llamado metro subterráneo.

Después de que se concretara la coalición de Claudia López a quien se sumaron los candidatos Celio Nieves, Luis Ernesto Gómez y Jorge Rojas, en un trino Gustavo Petro dejó claro que eso no comprometía a su movimiento y que buscaría un “acuerdo político” en seguridad y movilidad. Al día siguiente, Petro cerró la puerta al decir que “Si lo fundamental no está (el metro subterráneo que él quiere y no el que está punto de dejar licitado Peñalosa), nosotros sobramos. Creo que hoy, ahí, sobramos”, ratificó.

El candado lo puso su fiel senador Gustavo Bolívar quien escribió en Twitter: “#ClaudiaSinPetro Queríamos llegar con una sola candidatura, pero teníamos un inamobible (sic): El Metro Subterráneo. Claudia dice q haría el metro sin estudios d Peñalosa. Tenemos un candidato q hará realidad Metro sub, con más estaciones y más largo. Vamos con toda por @HOLLMANMORRIS”.

No está muy claro que el candidato de la Colombia Humana termine siendo Hollman Morris, no solo por los escándalos personales que tiene encima, sino porque no existe en las encuestas. El petrismo no votaría necesariamente por Morris, pero parece estar mostrando que sí votaría en blanco al no darse el guiño de su líder a un candidato realmente viable. La carreta que repitieron hace más de un año contra los votantes en blanco de la segunda vuelta presidencial, parece estarse devolviendo por un capricho de su líder de no querer respaldar a Claudia López, que insiste que haría el metro que quede contratado este año, así sea el subterráneo que a ella tampoco le convence.

En entrevista con Blu Radio, López respondió que no entendía por qué a los periodistas les interesaba tanto el voto de una persona, para referirse a las insistentes preguntas sobre el apoyo de Gustavo Petro. Pero la explicación la tiene una encuesta, la que realizó la firma T&SE del exregistrador Carlos Ariel Sánchez, en la que el voto en blanco le gana a la candidata de centro izquierda en las localidades de Usme, Tunjuelito, San Cristóbal, Kennedy, Fontibón y Ciudad Bolívar, lugares de importante votación en los que el petrismo ha mostrado fortalezas: cuando fue elegido en 2011 alcalde y en la reciente disputa por la Presidencia. Ese factor Petro, apoyando a Claudia o apartado de ella, puede terminar robusteciendo la candidatura de Carlos Fernando Galán, que quiere arañar el voto que hoy tiene más adeptos en Bogotá: el de centro.

Hace unos años, Álvaro Uribe se empezó a distanciar de Juan Manuel Santos porque no le nombró como ministros a los que él quería y sin embargo puso en dos cargos a quienes él consideraba enemigos: Germán Vargas Lleras y Juan Camilo Restrepo. Ahora, por una decisión menos hostil que es la de acatar la construcción del metro tal y como quede contratada por lo menos en la primera línea, Gustavo Petro hace lo propio con Claudia López y parece llevar a sus votantes a lo mismo que él tanto criticó.

La carreta que Petro repitió, según la cual hubiera apoyado a Fajardo si él hubiera sido quien pasara a segunda vuelta, tal vez era solo eso, un cuentazo del petrismo que parece resistirse a respaldar algo que no sea lo que está frente a su espejo. A pesar de todo, algunos creen que este distanciamiento de ahora con Claudia López es una simple estrategia para alargar una decisión que Petro terminará tomando muy cerca del día de la elección de octubre, para que mientras tanto pueda seguir echándose su carreta, cada vez más inviable, de que hay que construir el metro subterráneo que lleve su marca. El personalismo a flor de piel.

UN PUNTO DE GIRO: Ver a un niño con fusil de juguete y vestido de militar en el desfile del 20 de julio, así fuera para imitar a su papá, terminó por confirmarme lo chocante que es esa conmemoración de nuestro Grito de Independencia, rodeada por tanques y carros de guerra. Un desfile histórico, mostrando a los protagonistas de ese día de mercado de 1810 en Santafé, quizá sería más constructivo que esa muestra castrense mandada a recoger.

Comentarios