
Por: Ricardo González Duque
En Twitter: @RicardoGonDuq
La Corte Suprema de Justicia le ha venido solicitando a la justicia de Estados Unidos que le permita interrogar en sus cárceles y por videoconferencia a algunos exparamilitares, entre ellos Salvatore Mancuso y ‘El Tuso’ Sierra, dentro del proceso que sigue contra el expresidente Álvaro Uribe por supuesta manipulación de testigos. La petición se ha hecho a través de una carta rogatoria, que es el canal oficial entre autoridades judiciales de dos países para pedir asistencia en su jurisdicción.
A pesar de que ha habido demoras, incluso desde que el proceso de Uribe estaba en la Sala Penal -o sea, hace más de año y medio- los magistrados de la Sala de Instrucción donde está ahora el caso, no creen que haya podido pasar lo mismo que ocurrió con la célebre carta rogatoria del caso de ‘Jesús Santrich’, que se perdió por el envío de los servicios postales de 4-72.
Lo que han interpretado los magistrados ante las dilaciones del Departamento de Justicia, es que parecería haber un interés por obstaculizar la práctica de pruebas en el caso del expresidente Uribe, no solamente en los relacionado al interrogatorio a los exparamilitares, sino en la solicitud de información sobre los movimientos del abogado Diego Cadena en las cárceles gringas.
Por cuenta de una reciente carta de respuesta de la justicia estadounidenses a la Corte, los magistrados consideran que los estarían obligando a prejuzgar en el proceso contra el senador y expresidente, pues les preguntaron por qué creían que los exparamilitares que quieren interrogar podrían tener alguna relación con el caso del exmandatario.
No obstante lo anterior, lo que más les ha llamado la atención, sobe todo porque no tiene nada qué ver con la causa contra Uribe, son las preguntas que el Departamento de Justicia hace en la misma carta de respuesta relacionadas con Marlon Cobar, el agregado judicial de la embajada de Estados Unidos y sobre su esposa, Paula Andrea Ramírez, quien habría intentado ser magistrada de la Corte hace un año. Con esos cuestionamientos, consideran ellos, se estaría desviando la discusión y el objeto principal de la solicitud de la Sala de Instrucción.
Las tensiones entre la justicia de los dos países podría tener explicación en los encontrones que ha generado el proceso fallido de extradición de Jesús Santrich. Sin embargo, desde la Corte insisten en que los obstáculos en el proceso por manipulación de testigos contra Uribe vienen de tiempo atrás, incluso previo a las decisiones que la JEP tomó sobre el exguerrillero, por lo que no podría ser tomado como una «retaliación» por esos hechos.
Empezó la cuenta regresiva para definir el futuro de la investigación contra el expresidente Uribe, para definir si sigue adelante o es archivada, mientras tanto, esta semana se espera que la nueva carta de la Corte sea traducida de forma oficial por el Ministerio de Justicia y enviada a través de la Cancillería. Aunque es tanta la prisa en la Sala de Instrucción, que el documento lo enviaron también de manera directa al Departamento de Justicia.
El poder del abogado Diego Cadena y el interés particular de Estados Unidos en el proceso contra el expresidente Álvaro Uribe, no dejan de sorprender a los magistrados de la Corte Suprema y seguramente, guardadas proporciones, termine con similitudes al caso Santrich, que se cayó porque esa misma justicia norteamericana no aportó pruebas a la colombiana.