El Cuchenials

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Controlar la lengua

Dios mío ayúdame a poder controlar mi lengua”. Palabras sabias convertidas en una canción pegajosa por la compositora e intérprete dominicana María Payano, quien se inspiró en unos apartes de la Biblia y que debería de servirnos como ejemplo a todos.

Porque somos muy dados a dejarnos traicionar por “ese miembro pequeño que se jacta de grandes cosas y que se cree la gran cosa…”, como reza la letra del tema musical,  que se ha vuelto viral en las redes sociales, como dicen los Millenials, o muy popular, como diría este Cuchenials.

Y hoy me voy a tomar el atrevimiento de hacer una propuesta que para muchos puede resultar descabellada y es que antes de entrevistar a cada uno de los candidatos que buscan el asiento de la Casa de Nariño se les ponga esta canción, obviamente respetando los derechos de autor y cumpliendo con las leyes en ese sentido.

Porque este Cuchenials considera que uno de los principales problemas que ha tenido Colombia a lo largo de su historia es precisamente el mal uso de “este miembro pequeño” por parte de los políticos de turno.

Porque si nos damos a la tarea de revisar de manera juiciosa cuáles fueron las propuestas de los candidatos en época electoral y se compara con su gestión, no sería difícil llegar a la conclusión que muchos de los programas de gobierno estaban cargados de mentiras y que las palabras dichas con fervor en las plazas públicas simplemente se las llevó el viento.

No hay cosa más difícil de asimilar entre los seres humanos como la palabra incumplida, algo que infortunadamente se ha vuelto muy común entre los colombianos y hace parte de nuestro paisaje.

Y ejemplos sobran, pero como padecemos de amnesia, recurro al más reciente, que involucra a nuestro presidente y a quien su lengua lo traicionó y lo llevó a afirmar en un debate con Antanas Mockus (que en su momento se dejó llevar por otra parte del cuerpo) que no subiría impuestos y que lo podría firmar en mármol.

El país está pasando por un momento coyuntural y necesita de manera urgente a una persona cuyos principios se soporten en la verdad y no en falsas promesas.

Yo por el momento solo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente y que me ayude a poder controlar mi lengua…

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