Desconectarse: ¿qué pasaría si abandonaras internet por un tiempo y los alarmantes niveles de ansiedad que acompañan una vida constantemente conectada?
Es necesario romper los eslabones que unen la esclavitud humana contemplando un mundo irreal. Zombies gozando de una libertad imaginaria, bloqueando el despertar de la conciencia; una responsabilidad colectiva que con la llegada del mundo digital se ha echado al olvido.
Humanos temerosos a despertar porque les dolerán los ojos, el dolor que provoca observar la realidad. El temor a dejar ir el letargo y la conspiración para aferrarse a la grata ilusión de seguir siendo engañados. El ausentismo de rebeldía y la resignación que bloquea el ingenio para que se les imponga todo.
Cerebros en gestación que chocan sumergidos en el cálido líquido amniótico de la inocencia y alucinación colectiva. «Anestesia digital: una prisión para la mente».
La importancia de la espiritualidad: el cuerpo y la mente, el alma y el cuerpo.
Ahora bien. Una vida humana está destinada a ser libre, siempre debe elegir: “Si no elijo, también elijo”. La obligación de despertar, de renacer. Reconociendo que también somos espíritu, algo más que materia. Que una gran parte de nosotros está elaborada de elementos intangibles; pero realmente valiosos. El reconocimiento de lo sagrado, abre nuestra mente y nuestros ojos haciéndonos agradecidos, bondadosos y tolerantes. Esa sabiduría nos conecta con la actitud para alcanzar nuestra propia felicidad.
Por: -Andrés Felipe Osorio-
@pipemagenta